Tras el tsunami de 2015, que arrasó el borde costero de la región de Coquimbo, muchas familias no quisieron irse del sector de Baquedano. Según las autoridades, esto provocó que sólo algunas casas fueran desafectadas y las que no, fueron pobladas por ocupantes ilegales. Lo que trajo problemas sociales entre vecinos.
Gracias a un proyecto de vivienda social «a lo Lavín» se espera que estas problemáticas queden atrás y que cerca de 150 familias se vean beneficiadas. La cercanía al proyecto de Las Condes se debe a su estilo y a su carácter de vivienda social de integración.
El Ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg señaló que lo primero que harán es «recuperar el barrio, iniciando un proceso e demoliciones».
Integración social: cumpliendo lo prometido
Y también, «dándole seguridad a las familias, de que lo que se está construyendo está bien localizado», añadió. «Aquí van a vivir nuevamente familias, que por diferentes razones se fueron. Van a vivir de manera digna y va a haber integración social que es una de las banderas que el Presidente Piñera nos ha pedido levantar fuertemente», continúa la autoridad.
Según explica el Ministro, este es un trabajo conjunto entre el Ministerio, el Gobierno Regional y el Municipio, que no solo busca el levantamiento de viviendas de integración social, sino que la recuperación del sector.
¿Cómo será el edificio?
Sobre los datos técnicos de la construcción, tras las demoliciones en el sector que seguía en peligro ante un eventual tsunami, se construirá un conjunto habitacional de integración.
El concepto es similar al de la comuna de Las Condes, en una superficie de 5 mil 873 metros cuadrados. Contempla un total de 15 pisos incorporando medidas de mitigación en los dos primeros, los que serán destinados para equipamiento y comercio.
Realidad de los damnificados
Para conocer más sobre la situación de los vecinos afectados por el tsunami del 2015, se realizó un Censo local. “Es muy importante poder estar en sintonía con las familias afectadas, porque no hay mejor forma de hacer políticas públicas que recogiendo experiencias desde el territorio”, señaló Bernardita Paúl, Encargada Nacional de Reconstrucción al referirse al diálogo ciudadano que se llevó a cabo en Coquimbo en julio, donde los vecinos pudieron informarse y consultar sus inquietudes a todas las autoridades presentes.
La situación era angustiante para los vecinos que no quisieron irse del sector. Las autoridades de la época comenzaron durante 2017 un proceso de demolición sólo en algunas viviendas, quedando otras malogradas por el efecto de la destrucción de las casas que pasó a llevar las continuas.
Retomando un proceso a medias
Al respecto, Betsy Santander, una de las dirigentes de las villas ubicadas en el sector arrasado manifestó su preocupación por la convivencia que comenzaron a tener el año pasado al comenzar el proceso de demoliciones tras dos años del desastre. “El proceso comenzó mal porque como algunos vecinos querían irse y otros no, se demolieron sólo algunas casas y las que quedaron fueron tomadas no por gente que lo necesite, sino por delincuentes que transformaron este sector en un supermercado de la droga” aseguró.
En el mes de agosto, se realizará una nueva mesa de trabajo en la que se espera dar a conocer los avances de los trabajos y licitaciones del sector, a todos los vecinos presentes, entre otros temas.