La princesa Diana de Gales, quien falleció el 31 de agosto de 1997, cuando el príncipe William tenía 15 y William 12 años, fue una mujer ejemplar y una madre amorosa.
Para Diana la felicidad de sus hijos siempre fue su prioridad número uno. Cada vez que William y Harry estaban junto a su madre la alegría era notoria y si la princesa viviera estaría muy orgullosa de ver a sus hijos cómo han crecido, y en los grandes hombres que se han convertido.
Su gran corazón y trabajo en causas humanitarias la llevó a recorrer el mundo entero. No hay duda de que sus hijos heredaron ese amor de su mamá por ayudar a otros, pues Harry y William se han convertido en pioneros de las obras humanitarias.
El príncipe William se casó en 2011 con Kate Middleton, se convirtió en el Duque de Cambridge, y formó una hermosa familia y tuvo tres hijos: el príncipe George, la princesa Charlotte y el pequeño Louis.
Por otro lado, el príncipe Harry consiguió el amor con Meghan Markle y se casó el pasado 19 de mayo, convirtiéndose en el Duque de Sussex.
Diana se robó el corazón del mundo entero con su carisma y ternura. Pero, lamentablemente el 31 de agosto de 1997 perdió la vida en un accidente de tráfico que dejó de luto a millones de sus seguidores y en especial a su familia.
Este domingo 1 de julio la princesa habría cumplido 57 años.
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