Una nueva ola de violencia y represión se desató en diferentes partes de Nicaragua el sábado, que se ha cobrado la vida de al menos siete personas, entre ellas un bebé de 14 meses de edad, confirmaron diversas fuentes.
Los ataques por parte de la Policía y paramilitares, se han registrado en Managua, Masada (sudeste) y León (occidente), según reportes de la no gubernamental Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos
“Estamos elevando esta alerta en Managua, Masaya y León, hay una salvaje represión, hay ejecuciones, muerte, persecuciones, secuestros y un alto riesgo que pueda tener un mayor derramamiento de sangre”, dijo a la AP el director de la ANPDH, Álvaro Leiva, quien calcula las muertes en más de 215.
Uno de los muertos por los ataques fue el niño Teyler Lorío Navarrete, de 14 meses de edad, quien falleció de un disparo en la cabeza en una de las calles del barrio las Américas Uno, ubicado en la zona Este de Managua.
La Policía Nacional emitió un comunicado informando que el bebé murió cuando agentes fueron atacados “por elementos delincuenciales” cuando trataban de limpiar barricadas y bloqueos viales en esa zona de la capital.
Karina Navarrete, mamá del bebé señaló a la Policía como responsable de la muerte. “Fueron policías, yo los vi, no fueron los vagos a como les llaman ellos, fue un balazo de la policía”, señaló llorando la joven al Canal 100%Noticias. Cerca de la zona donde murió el niño, dos hombres murieron de disparos, uno en la cabeza y otro en el pecho.
Los ataques en Managua se iniciaron la noche del viernes, horas después que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos presentó un informe ante el Consejo Permanente de la OEA, en el que acusa al gobierno de Nicaragua de violar derechos humanos, durante las protestas que se iniciaron el 18 de abril, como producto de una fallida reforma al Seguro Social.
La Universidad Autónoma de Nicaragua, que se encuentra tomada por estudiantes desde hace casi dos meses, sufrió agresión por más de seis horas durante la madrugada y mañana del sábado, con resultado de dos jóvenes muertos, más de una docena de heridos y al menos seis desaparecidos, informó el sacerdote Raúl Zamora, quien junto a otros religiosos tuvo que intervenir para el cese al fuego contra esa casa de estudios.
En Masaya, ciudad donde se había logrado una tregua entre manifestantes y policías gracias a la intervención del Obispado y el nuncio Apostólico, se ha dado un nuevo ataque con resultado de dos personas muertas, entre ellas una mujer, según informó la Cruz Roja en un comunicado.
Mientras que en León, se ha denunciado una fuerte represión a la población civil y quema de un vehículo de la radioemisora “Mi Voz”, de acuerdo a denuncias de su propietario, Álvaro Montalván.
Los hechos violentos provocaron que una marcha que se había convocado en honor a los jóvenes, niños y adolescentes que han caído en protestas, se suspendiera para evitar más muertes.
La situación se ha vuelto más tensa a unos días de la llegada de una delegación de la CIDH a Nicaragua.