La automatización y la robótica acrecientan su peso en los procesos de trabajo y es por ello que 81% de los ejecutivos consultados en un estudio tiene una visión positiva acerca de la implementación de tecnologías; mientras que 70% sostiene que actualmente las nuevas herramientas están ayudando a tomar mejores decisiones de contratación. Cuando se trata de automatización en el área de recursos humanos, existe un amplio consenso (65%) de que ésta ha tenido un impacto tangible en los negocios.
De acuerdo al Talent Trends Report 2018 de Randstad Sourceright, el cual busca determinar las tendencias de RR.HH. para el año en curso; uno de los mayores desafíos de las compañías durante 2018 será definir una hoja de ruta para optimizar la automatización.
Al respecto, Natalia Zúñiga, gerente de marketing y comunicaciones de Randstad, señala que “a medida que se aceleran los avances en robótica e inteligencia artificial (IA), se va vislumbrando cierta aprensión en términos de capital humano. Por un lado, sabemos que la inversión en tecnología otorga grandes oportunidades para impulsar la productividad; sin embargo, mientras las empresas lidian con la adopción de nuevas prácticas, también deben decidir cómo éstas se ajustarán a su estrategia de talento. Por ejemplo, el desarrollo de herramientas de reclutamiento impulsadas por IA está ayudando a muchas organizaciones a encontrar y contratar trabajadores de manera más rápida y rentable; no obstante, los empleadores tienen la obligación de determinar qué roles se desempeñan mejor por medio de máquinas y cuáles son más efectivos si los llevan a cabo personas. Hacer esta diferenciación suena sencillo, pero no es fácil, debido a que primero es necesario conocer todas las tareas que se llevan a cabo en la empresa, para luego determinar cuáles pueden automatizarse y en qué medida y en qué fases y qué tecnologías hay detrás de cada una de ellas”.
“Ya sea se trate de un nuevo proceso de fabricación o de herramientas para automatizar ciertas tareas, la empresa debe estar familiarizada con las tecnologías que pueden ayudar a los distintos departamentos a mejorar la productividad en sus respectivas funciones. Asimismo, crear una junta asesora con los directivos de la organización puede ayudar a guiar la estrategia de talento en lo que respecta a la robótica y a la inteligencia artificial en la fuerza de trabajo. Un tercer consejo es ver más allá de las ganancias económicas, puesto que si bien es cierto que la tecnología está mejorando la ejecución de muchas tareas que actualmente son realizadas por personas, eso no significa que se deba invertir en cada oportunidad que se presente. “Hay ocasiones en las que hay que dejar de lado el tema monetario y centrarse en el impacto que potencialmente tendría en la moral y la productividad de los empleados el hecho de realizar una reducción en la fuerza de trabajo”, asegura la ejecutiva. Por último, recomienda liderar en lugar de seguir, es decir, “buscar oportunidades para invertir en automatización y robótica que puedan posicionar a la firma por delante de la competencia y ayudarla a crear una marca empleadora más atractiva. Si se retrasa en la carrera tecnológica, puede ser difícil recuperar la posición de liderazgo del mercado”, asegura Zúñiga.