El tuit de Evo Morales en el que dijo que «Antofagasta es, fue y será boliviana» no le salió gratis al mandatario boliviano. Ello pues este jueves el agente chileno Claudio Grossman lo incluyó en su presentación, en la primera jornada de exposiciones de los argumentos a favor de Chile ante los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
«Bolivia está persiguiendo conseguir un derecho que no tiene sobre la soberanía de Chile», dijo el agente Grossman en su exposición. Pero, ¿qué tanto daño puede producir estas palabras?
Quienes creen que daña
Para el ex embajador en la Unesco Samuel Fernández, el hecho de haber escrito aquello demuestra que la demanda boliviana no tiene como objetivo único la salida el mar. «Está demostrando también que su objetivo fundamental es la recuperación de los territorios que perdió en la guerra, sobre todo Antofagasta», sostiene el también profesor de la Universidad Central.
Para Jorge Tarud, el ex diputado miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores y quien conoce de cerca al equipo que defiende a Chile en La Haya, el asunto es de suma gravedad y había que mencionarlo a los magistrados de la CIJ.
«Ese comentario en las redes sociales dañó sin duda la postura boliviana en La Haya. Evo Morales escribe ese tuit para el consumo interno de Bolivia pero nunca se imaginó que lo íbamos a usar en la Corte. Es más, yo vi como que acusó el golpe al escucharlo», dice el ex diputado.
Quienes creen que no
Distinta es la visión que tiene Sergio Villalobos, Premio Nacional de Historia 1992 y académico de la Universidad San Sebastián. «Ese es un disparate demasiado grueso de parte del presidente de Bolivia. Fue parte de una propaganda periodística y nada más. No me parece que pueda afectar el fallo de los jueces», sostiene el profesor.
Una visión muy similar es la que tiene Máximo Quitral, profesor de Historia de la Universidad de Chile y doctor en Ciencia Política. «En esta última parte, más allá que el comentario sea provocador, lo que busca es mantener la memoria de recuperación y emotividad para el pueblo boliviano. No creo que tenga mayor influencia en la opinión de los jueces», postula el académico.