Los 15 minutos de adelanto con los que llegará Francisco a Chile, aunque sólo sean 15 minutos, cambiarán todo el panorama de la visita. El tiempo que para cualquier humano no alcanza para nada, a Francisco le permitirá visitar la tumba del «obispo de los pobres», monseñor Enrique Alvear.
Pero el viaje comienza casi diez horas antes, en Roma. El pontífice se subirá a las 8:00 al avión Latam que lo hará llegar sin escalas a las 19:55 al aeropuerto de Santiago. La nave tiene al costado el hastag #ElVuelodeFrancisco y adentro a más de 100 personas que permanecerán con él en el viaje.
En el trayecto, el Papa, los más de 70 periodistas y las autoridades católicas a bordo comerán exactamente lo mismo. Se exigió desde el vaticano a la aerolínea que todo fuera lo más austero posible, y ellos hicieron caso.
Los organizadores han sido enfáticos en decir que no esperen a Bergoglio en el aeropuerto, porque no lo verán. Francisco pasará a un vehículo cerrado hasta llegar a su primera parada, la tumba de Alvear en Pudahuel. Después de su primera oración pasará nuevamente a un auto que lo dejará en Alameda con Av. Brasil para embarcarse en el papa móvil.
El pontífice y su mensaje atravesarán la Alameda, Providencia y Sótero Sanz y lo hará a bordo de un renovado papa móvil sin blindar.
Sólo en su primera noche, Francisco conocerá dos lados muy distintos de Santiago llegando a la Nunciatura Apostólica, en Providencia. Ahí lo acompañará la Presidenta Michele Bachelet y se realizará una ceremonia de bienvenida.
A la hora en que la sencilla celebración termine, el sueño de Jorge Mario Bergoglio comenzará y repondrá energías para el igual de ajetreado martes.