Tras 16 horas de vuelo, el más extenso que ha realizado el Papa hasta ahora, el avión de la empresa «Alitalia» tocaba suelo chileno a las 19:14 horas de este lunes.
Al abrirse la puerta de la máquina apareció Francisco con semblante serio y acariciado por una ventisca que levantó la casulla que viste el Papa. Su cara cambió al recibir los saludos de la Presidenta Michelle Bachelet quien lo acompañó por toda la alfombra roja que servia de camino para los pasos del pontífice.
La primera salida de protocolo la protagonizaron los alcaldes de la Región Metropolitana invitados a la ceremonia de recepción. German Codina, alcalde de Puente Alto, le preguntó desde la tarima donde estaban apostados los ediles si podía acercarse a saludar a lo que el Papa habría respondido «¿Por qué no?», según las propias palabras de Codina.
Luego fue el turno de la Orquesta Infantil Metropolitana de dar el saludo a Francisco por medio de la música, específicamente villancicos interpretados por Constanza Wilson, una pequeña de tan solo 10 años.
Con la Presidenta como escolta se dirigió hasta el Hyunday azul que lo esperaba para iniciar su primer recorrido por la capital. Francisco fue acompañado hasta la puerta por la Presidenta y sorprendió a todos al sentarse en el asiento delantero del vehículo, abrochar su cinturón e inmediatamente bajar la ventanilla del auto para saludar con alegría a los fieles que se apostaban en las calles.
El Papamóvil
Recibido por miles de personas, el Papa Francisco se subió hasta el Papamóvil en las intersecciones de calle Brasil con avenida Alameda a las 20:17 horas.
Minutos antes visitó y rezó en la Parroquia San Luis de Beltrán de Pudahuel, lugar sagrado donde descansan los restos de monseñor Enrique Alvear Urrutia, más conocido como «El Obispo de los Pobres».
Francisco abandonó el templo en un vehículo cerrado desde Pudahuel hasta Santiago Centro. En el trayecto arriba del Hyundai color azul, su Santidad saludó a las personas que se congregaron a verlo bajo un fuerte resguardo de Carabineros.
Luego de unos 15 minutos, Francisco se bajó desde el Hyundai para subirse al Papamóvil donde fue visto sonriente, acompañado por miles de Santiaguinos.
La poca afluencia de personas que se podía apreciar en las calles antes que el Papa pasará por el eje central de la capital, cambió de un momento otro y los fieles colmaron La Alameda para ver unos segundos a Su Santidad capitalina, quien se trasladó a la Nunciatura en la calle Monseñor Sótero Sanz, en Providencia.
En la Nunciatura, Francisco fue saludado por fieles y el Papa, rompiendo nuevamente el protocolo compartió con las personas unos minutos, dándole la mano a los emocionados feligreses.
En el primer día de esta gira por Chile no hubieron palabras ni discursos dejando espacio sólo para los saludos, abrazos y los ritos de una visita esperada por un país.