Dos madres de niños víctimas de bullying entregaron una carta destinada a Jorge Mario Bergoglio en la Nunciatura Apostólica. En ese lugar el Papa alojará durante las tres noches que se quede en el país.
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La misiva tiene como objetivo informar al pontífice de la preocupante situación que afecta a diversos colegios católicos, que se mantienen alejados de las autoridades eclesiásticas.
Las madres denunciantes, Nilda Givovich Contador y Victoria Echeverría Fuenzalida, solicitan en la carta que el Papa Francisco realice “una oración pública para que los planteles católicos reflexionen, ajustándose a la ley y el mandato bíblico de amor al prójimo».
Uno de los casos especificados se refiere al colegio de la congregación jesuita,San Ignacio. En marzo del año pasado el niño fue agredido física y psicológicamente por tener el mismo apellido dos veces. El colegio no hizo caso de las denuncias, así que la madre se dirigió al cardenal Ezzati, de quien no obtuvo respuesta.
La segunda situación se habría registrado en el “Saint Joseph School” (Huechuraba), en donde “una vez más la Justicia, la Policía de Investigaciones y las autoridades actuaron primero. La Iglesia, el colegio y sus directivos permanecen inmutables ante el dolor”, sostienen.
“Mientras la Justicia condenó a este colegio, la máxima autoridad de la Iglesia Católica (chilena) actuó como si no tuviera la jerarquía moral para llamar al orden a sacerdotes, diáconos y funcionarios de estos planteles educacionales”, plantearon las madres.
También acusaron al arzobispo Ricardo Ezzati de no actuar correctamente respecto a los casos puntuales que afectaron a sus hijos.