El miedo a una guerra nuclear estuvo latente todo este año producto de las constantes amenazas belicistas entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, las que por suerte quedaron sólo en eso.
Si bien desde mucho antes Corea del Norte realizaba lanzamientos de misiles de prueba y que su relación con EEUU jamás estuvo en términos amistosos, fue en 2017, al asumir Trump, cuando sobrepasaron cualquier límite diplomático, ya que hasta sobrenombres se pusieron.
Los mensajes del mandatario estadounidense a Kim a través de Twitter comenzaron nada más y nada menos que el 2 de enero, cuando aseguraba que ningún misil norcoreano alcanzará el territorio de su país, tras las declaraciones en año nuevo de Kim Jong-un sobre su futuro misil balístico intercontinental.
En este sentido, el norcoreano hizo todo lo posible para cumplir sus promesas: lanzó en 2017 cerca de 10 misiles (dos que sobrevolaron Japón), muchos más que cualquier año anterior, y aseguró en noviembre que instalaron una ojiva nuclear en un misil balístico intercontinental (ICBM), capaz de alcanzar el territorio estadounidense.
Los múltiples paquetes de sanciones votados por el Consejo de Seguridad de la ONU a raíz de los lanzamientos no disuadieron a Pyongyang de llevar a cabo, en septiembre, su sexto ensayo nuclear, el más potente hasta la fecha. Según el régimen norcoreano, sirvió para probar una bomba de hidrógeno.
Twitter y Trump
Por su parte, Trump hizo lo suyo y respondió a todos estos lanzamientos con un discurso plagado de amenazas. Inclusive se comprometió ante el pedestal de la ONU a «destruir totalmente» Corea del Norte si comienza una guerra.
Pero esto no queda aquí, como mencionamos anteriormente también hubieron sobrenombres. Mientras el mandatario estadounidense llamaba a Kim Jong-un como el «pequeño hombre cohete» y gordo chico, un diario del gobierno norcoreano calificó al magnate de «viejo».
“Por qué me insulta Kim Jong-un llamándome ‘viejo’ cuando yo NUNCA lo llamaría ‘chico y gordo’ Oh, bueno, he intentado mucho ser su amigo – y tal vez algún día esto ocurra!”, declaró Trump en Twitter.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/929511061954297857
A pesar de la gran escalada retórica vivida estos meses, la diplomacia estadounidense alejó un momento a Trump de Twitter e intentó bajar un poco las tensiones anunciando que está dispuesto a conversar con Pyongyang «sin condiciones previas».
Sin embargo, el gran movimiento belicista visto durante el 2017 no tiene intenciones de terminar, la determinación de Kim Jong-un y el afán del presidente de EEUU por la red social del pajarito son cosas difíciles de frenar de un año para otro.
Sólo nos queda esperar que este 2018 ninguno de estos dos líderes pierda la paciencia y presione finalmente el «botón rojo».