A eso de las 22 horas se dio inicio al último debate presidencial antes de las elecciones del 19 de noviembre. El foro organizado por ANATEL contó con los 8 candidatos al sillón de la moneda y fue transmitido desde el estudio 9 de TVN.
Las preguntas estuvieron a cargo de Soledad Onetto, Matías del Rio, Ramón Ulloa e Iván Nuñez, periodistas representantes de Mega, TVN, Canal 13 y CHV respectivamente.
El debate comenzó con una primera etapa de tres minutos en que los periodistas interrogaron a los candidatos. Este espacio se encendió rápidamente después de que Marco Enríquez-Ominami tomara la ofensiva en contra de Sebastián Piñera y Alejandro Guillier. A ambas candidaturas las acusó de «inhabilitadas» por la misma razón: los supuestos nexos con el narcotráfico. Al ex presidente lo acusó de que sus abogados «defendían narcos» y sobre la del senador recordó sus vínculos con el alcalde de San Ramón acusado de trabajar supuestamente con aquellos que mueven la droga en la comuna.
Además este round continuó con la acusación de ME-O al diputado radical, e integrante del comando de Guiller, Fernando Meza de amenazas de muerte. En una conversación de whatsap Meza abría asegurado que si «Miguel Enríquez estuviese vivo le metería un tiro ( a su hijo) por traidor».
El candidato de Fuerza de Mayoría no quiso condenar los dichos del diputado y aseguro que MEO «se estaba haciendo la víctima».
A pesar de todas estas diferencias ME-O no descartó apoyar a Guillier en una probable segunda vuelta.
El turno de la palabra avanzó para Beatriz Sanchez quien fue consultada por su estado de «soledad», debido al alejamiento del Frente Amplio de la campaña por los malos resultados. La candidata respondió a los que critican su candidatura que se decidan entre si es una mujer que «sigue las instrucciones de Boric o Jackson o si el Frente Amplio la abandonó».
Otras de las polémicas que «calentó» el foro en la semana previa fue el la propuesta de José Antonio Kast de tener profesores de religión en todos los colegios municipales. Consultado por ese tema, el candidato independiente, aseguró que «todos los colegios deben tener dos profesores de religión, uno católico y otro evangélico». demás agregó que el no cambia sus convicciones y que aquellos que apoyan el aborto «simplemente no voten por mi».
Los periodistas a cargo de moderar el debate repitieron varios cuestionamientos que ya se habían reiterado a lo largo de la campaña. Nuevamente se tocó las polémicas de las vacunas del senador Alejandro Navarro y las concesiones de los hospitales públicos que ya ha respondido en otros debates la candidata del DC, Carolina Goic.
Por su parte Sebastian Piñera centró varios pasajes de sus intervenciones en las declaraciones cruzadas que tuvo con el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre. El ex mandatario acusó al secretario de no tener moral alguna de criticar ya que «es el responsable de duplicar la deuda pública». Además aseguro que para poder recortar 7 mil millones de dólares del gasto fiscal se comprometió a no despedir a ningún empleado fiscal «pero aquellos operador políticos que trabajan para caudillos deberán dejar su puesto».
Otro de los momentos que quedaran para el recuero en este debate fue una nueva «piñericosa». El ex mandatario, que ha provocado varios chascarros en sus discursos, le atribuyo la frase «miente miente que algo queda» al ex líder soviético, Lenin. Los usuarios de redes sociales se dieron rápidamente cuenta del error histórico de Piñera pero fue Eduardo Artés quien le hizo ver su error. El candidata de Unión Patriótica le explico que esa frase le correspondía a Joseph Goebbels, político alemán y ministro de Propaganda de Adolf Hitler.