«Hay dos partes en una historia», dijo Trump a los periodistas en la Trump Tower de Nueva York, donde presentaba medidas para mejorar las infraestructuras del país.
Cuando se le preguntó porque esperó hasta el lunes para condenar explícitamente a los grupos de odio y racistas presentes el sábado en Charlottesville, Trump respondió que quería ser cuidadoso para no dar una «rápida declaración» sin contar con todos los hechos.
El mandatario calificó al simpatizante nazi acusado de embestir a la multitud con su vehículo, matando a una mujer, como una «desgracia para sí mismo, su familia y su país».
Ante la avalancha de preguntas, Trump justificó su primera declaración.
«Yo miré atentamente, mucho más atentamente que la mayoría de la gente. Había un grupo de un lado que era agresivo y otro grupo del otro lado que también era muy violento. Nadie quiere decirlo», afirmó.
«¿Qué decir de la ‘izquierda alt’ que atacó a la ‘derecha alt’ (término que designa a la derecha alternativa) como dicen ustedes? ¿No tienen ellos una parte de la responsabilidad? Tienen un problema? Yo pienso que sí», lanzó.
«Yo critiqué a los neo-nazis, pero todos los que estaban allá no eran neo-nazis o supremacistas blancos, para nada», agregó, reiterando que fue «una jornada terrible».
Trump también defendió a su controvertido jefe de estrategia, Steve Bannon, de extrema derecha, diciendo: «Me gusta Bannon. Es mi amigo, es un buen hombre, no es racista».
-May rechaza equivalencia entre «fascistas y quienes se oponen a ellos» en EEUU
La primera ministra británica Theresa May rechazó este miércoles que los fascistas y quienes les combaten sean iguales, en respuesta a comentarios del presidente estadounidense Donald Trump sobre los enfrentamientos en Charlottesville que apuntaban en esa línea.
«No veo equivalencia entre quienes proponen puntos de vista fascistas y quienes se les oponen», dijo May a la prensa en Portsmouth (sur) en su primer día de actividades oficiales tras las vacaciones.
«Es importante que todos aquellos en puestos de responsabilidad condenen las posiciones de extrema derecha», añadió.
«Reino Unido tomó medidas para prohibir a los grupos de ultraderecha», recordó, insistiendo en que «no hay equivalencia».
-Rechazo dentro del Partido Republicano-
Importantes dirigentes del Partido Republicano criticaron también al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por culpar a «los dos bandos». El presidente del Congreso y tercera autoridad del país, Paul Ryan, criticó la «ambigüedad moral» en este conflicto.
«Debemos ser claros. El supremacismo blanco es repulsivo. Este fanatismo es contrario a todo lo que este país representa. No puede haber ambigüedad moral», dijo Ryan en su cuenta de Twitter.
We must be clear. White supremacy is repulsive. This bigotry is counter to all this country stands for. There can be no moral ambiguity.
— Paul Ryan (@SpeakerRyan) August 15, 2017
En esa misma línea, el presidente del principal sindicato estadounidense AFL-CIO anunció su renuncia como consejero de Donald Trump, siguiendo el ejemplo de varios empresarios, como señal de protesta por la respuesta del mandatario a los disturbios de Charlottesville (Virginia, noreste).
«No podemos sentarnos en un consejo con un presidente que tolera el sectarismo y el terrorismo nacional», señaló Richard Trumka, que formaba parte de los consejeros en temas industriales.