Tres escuelas de Texas en Estados Unidos han introducido el castigo físico en las salas con el objetivo de «educar» a aquellos alumnos que no se porten correctamente. En estas instituciones el personal del colegio tendrá libertad para usar una pala de madera para castigar a aquellos estudiantes desobedientes.
No seguir las reglas de la clase o desobedecer a los profesores es motivo suficiente para un golpe con la pala de madera. De hecho, este será el castigo que reciban los niños por cada falta realizada, según explica el medio británico Independent.
Sin embargo, el colegio pedirá la autorización a los padres y apoderados sobre la aplicación de esta medida. Consulta que será formalizada cuando se concrete la matricula de los estudiantes. De ahí, si los apoderados no están de acuerdo, el castigo físico no se aplicará para sus hijos.
La recuperación de esta vieja práctica fue propuesta por el coordinador de comportamiento del campus de la escuela primaria del complejo educativo de Escuelas de Three Rivers, Andrew Amaro, quien asegura que recibió castigo físico en el colegio.
“Sabía que si me metía en problemas con un profesor y era irrespetuoso, da igual cuál fuera la falta, sabía que me iba a llevar un golpe”, asegura Amaro, quien considera que los golpes que recibió le ayudaron.
La escuela contabilizará el número de golpes repartidos para evaluar así la política. “Vamos a comprobar cuántos partes disciplinarios se pusieron en comparación con el año pasado y cuántas veces se utilizó el castigo corporal”, argumentan desde el centro.