Poco después del anuncio hecho por el Presidente de EEUU, Donald Trump, de echar atrás buena parte de las políticas de su antecesor, Barack Obama, que habían llevado a un deshielo entre Washington y La Habana, el régimen cubano lanzó su respuesta.
El Gobierno liderado por Raúl Castro negó efectividad a cualquier estrategia que pretenda cambiar el sistema en la isla
«Cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograrlo a través de presiones e imposiciones, o empleando métodos más sutiles, estará condenada al fracaso«, afirmó el Ejecutivo cubano en una declaración que transmitieron los medios de prensa, sometidos a rígido control en la isla.
Cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político de Cuba está condenada al fracaso»
La nota oficial afirma que la administración Trump recurre a «métodos coercitivos del pasado«, al adoptar medidas de recrudecimiento del bloqueo,que «provoca daños y privaciones» al pueblo cubano y constituye un «innegable obstáculo» al desarrollo de la economía de la isla.
«Asumiremos cualquier riesgo y continuaremos firmes y seguros en la construcción de una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible», recalca el texto, que asegura que los cambios que experimenta el país para «actualizar» el modelo económico los «seguirá decidiendo soberanamente» el pueblo cubano.
«Doble rasero»
La declaración cubana también considera que Trump está otra vez «mal asesorado» en el tema, aludiendo al exilio cubano en EEUU. Sobre el tema de los derechos humanos, el régimen atribuyó las denuncias en su contra a «manipulación con fines políticos» y «doble rasero» por parte de Washington. «Los Estados Unidos no están en condiciones de darnos lecciones», añade la nota.
Trump endureció este viernes la política de su predecesor hacia Cuba y prometió ayudar a la oposición al gobierno de la isla, que calificó de «brutal». Las disposiciones incluyen restricciones más estrictas a los viajes de estadounidenses, prohibición de negocios con empresas cubanas manejadas por militares y reafirmación del embargo.