Dentro de 30 a 40 años, la mitad del trabajo que realizan las personas será ejecutado por máquinas y robots, según el estudio «Un futuro que funciona: Automatización, Empleo y Productividad», elaborado por la consultora internacional McKinsey Global Institute en 54 países.
El informe, publicado este año, ofrece estimaciones de los trabajos más expuestos a ser dominados por desarrollos tecnológicos inteligentes y también evalúa el impacto país por país. Su análisis sostiene que la mitad del trabajo actual estará automatizado para el 2055, proceso que se puede adelantar o atrasar 20 años dependiendo de diversos factores. Además, prevé que la automatización en el mundo hará crecer la productividad entre un 0.8 y un 1.4% anual, permitiendo a las empresas mejorar sus resultados, la calidad de sus productos y la velocidad con que los hacen.
En Chile, se estima que 3,2 millones de empleos pueden ser automatizados, lo que representa el 49% del total del trabajo que se ofrece actualmente. En países como Estados Unidos, el impacto será del 46% y en México McKinsey estima que los robots y programas están en condiciones de hacer el 52% del trabajo que hoy realizan los seres humanos.
A nivel de mercados en Chile, el estudio calcula que en el rubro de manufactura el potencial de automatización es del 64% (601 mil trabajos) y de un 52% en minería (57 mil empleos).
Cabe consignar que el estudio no es una predicción de lo que futuras máquinas podrán hacer, sino una estimación basada en la capacidad de la tecnología actual. Es decir, toma en cuenta programas, sistemas y robots existentes con potencial de reemplazar la actual fuerza de trabajo.
El impacto en las empresas
Un factor clave en la decisión de automatizar procesos es saber cuán conveniente resulta el cambio para las empresas. Y el informe McKinsey aporta un dato relevante: la cantidad de salarios que las compañías se ahorrarían.
En el caso chileno, el estudio estima que la industria de retail y el comercio en general se ahorrarían US$ 9 mil millones en salarios si reemplazan el 51% de los trabajos que tienen el potencial de ser automatizados. Por su parte, la industria manufacturera se ahorraría US$ 6 mil millones, y el sector administrativo y público reduciría su gasto en salarios en US$ 10 mil millones aproximadamente. A nivel nacional el ahorro en remuneraciones alcanzaría los US$ 41 mil millones.
El informe McKinsey estima que las ocupaciones más susceptibles de automatizar son las que involucran más trabajo físico, pero también procedimientos altamente estructurados y repetitivos. Y no solo esto. El informe establece que los robots pueden penetrar en prácticamente cualquier área de la economía.
Robots en Chile
Un ejemplo del avance de la robótica es la empresa chilena Mirs, que provee aplicaciones de robótica para la minería y la industria pesada buscando conseguir mejoras operacionales y de reducción de costos, aumentar la confiabilidad de los procesos, mejorar la calidad del producto final, e incrementar la seguridad y salud ocupacional.
Esta compañía nacional tiene 10 años de trayectria y está en proceso de entrar al mercado peruano y estadounidense.
«En esta década hemos podido comprobar, con cifras y datos reales, que la robótica y automatización repercuten positivamente no sólo en la productividad de las empresas, sino que en generar un entorno de trabajo mucho más eficiente y seguro», señaló Igor Elías, gerente comercial de la compañía.