El Ejército de Alemania anunció este domingo haber ordenado una inspección en todos los cuarteles tras el escándalo provocado por el descubrimiento de símbolos de tropas nazis en dos de ellos.
«El inspector jefe de la Bundeswehr ordenó esta inspección en todas las propiedades del Ejército para verificar si había vestigios de la Wehrmacht y, si así era, retirarlos», declaró a la AFP un portavoz del Ministerio de Defensa, haciendo alusión al ejército del régimen nazi entre 1935 y 1945.
Esta decisión se tomó después del escándalo que salpica la Bundeswehr y el Ministerio de Defensa desde hace dos semanas tras la detención de un oficial, destinado en la base franco-alemana de Illkirch, cerca de Estrasburgo, en el este de Francia.
Ese militar es sospechoso de haber planeado el asesinato de personalidades de izquierda o extranjeros, haciéndose pasar por un refugiado sirio.
Este hombre de 28 años defendía desde hacía años tesis ultranacionalistas y xenófobas. En una inspección de su cuartel en Illkirch, se hallaron objetos de la Wehrmacht en una sala común de la base, donde estaban expuestos desde hacía tiempo sin que nadie se hubiera extrañado.
El ministerio, que prohíbe este tipo de objetos, descubrió después un caso parecido en otra base, en Alemania esta vez, en Donaueschngen (suroeste del país).
La prensa reveló además un escándalo anterior, que también se había producido en la base de Illkirch en 2012, cuando soldados alemanes pintaron una gran cruz gamada en el suelo de esta base de la brigada franco-alemana, para provocar a los militares franceses antes de un partido de fútbol entre el equipo alemán del Bayern de Múnich y el francés del Lille.