Segismundo Schulin-Zeuthen fue reelecto este jueves por unanimidad por el directorio de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif) como presidente de la entidad gremial para el período 2017-2019.
La nueva mesa directiva del gremio quedó constituida por Luis Enrique Yarur (presidente de Banco BCI), como primer vicepresidente, y Claudio Melandri (gerente general y country head de Banco Santander), como segundo vicepresidente.
Además de los mencionados directores titulares, el nuevo directorio de la Asociación de Bancos está compuesto por Pablo Granifo (Banco de Chile), José Said (Banco BBVA), Jorge Andrés Saieh (Itaú Corpbanca), Francisco Javier Sardón (Scotiabank Chile), Renato Peñafiel (Banco Security), Bernardo Matte (Banco Bice) y Patricio Parodi (Banco Consorcio).
Tras la junta, el ratificado líder gremial destacó que uno de los principales desafíos para la banca es la discusión técnica de una serie de iniciativas legales, tales como la Ley General de Bancos, la modernización del Sernac, consentimiento tácito y consolidación de información crediticia.
“En general, las iniciativas regulatorias son bienvenidas en la medida que contribuyen a la estabilidad y fortaleza del sistema financiero. La evidencia es clara en señalar que el aporte a la sociedad de la industria bancaria se da en múltiples niveles –crecimiento, equidad, productividad- y, en definitiva, constituye un eje central de las sociedades modernas. En este sentido, el llamado es hacia regulaciones modernas y coherentes con los estándares internacionales”, manifestó.
En el caso concreto de la información crediticia, el presidente planteó que el sistema financiero chileno, a diferencia de las economías más avanzadas y recomendaciones internacionales, no ha avanzado.
“En términos prácticos, el restringir la información crediticia se traduce en una combinación de menor nivel de inclusión financiera y mayores costos, afectando especialmente a los hogares de menores ingresos”, dijo.
Aseguró que efectos negativos se ven potenciado con la interacción de la Tasa Máxima Convencional (TMC), subrayando el significativo número de personas potencialmente excluidas del acceso al sistema crediticio bancario, estimado en torno a los 200 mil clientes.
El consentimiento tácito es otra muestra de regulación pendiente. Para Schulin-Zeuthen, esto no sólo introduce costos a la industria sino también genera ineficiencias en el sistema.
Por otro lado, Schulin-Zeuthen hizo un llamado a doblegar el esfuerzo y el trabajo para dar el nuevo impulso que necesita el país en medio de un ejercicio intenso, marcado por las próximas elecciones presidenciales.
“Es fundamental despejar las incertezas y recuperar las confianzas para retomar las tasas de crecimiento a las que estábamos acostumbrados y al mismo tiempo mejorar la calidad del empleo. Tenemos todas las capacidades para potenciar mecanismos e iniciativas que busquen promover la inversión privada y el trabajo colaborativo es el camino correcto para retomar la senda hacia el desarrollo”, señaló.
Finalmente, el representante gremial recalcó la importancia de que todas las iniciativas regulatorias que se adopten deben enmarcarse en un contexto que permita mantener la solidez de las cuentas fiscales, junto con la independencia del Banco Central, rol del sector privado y la solidez del sistema financiero, pilares fundamentales para la estabilidad macroeconómica.