Se trata de un conjunto de acciones de carácter preventivo y operativo para enfrentar episodios inusuales durante el invierno, como las inundaciones y aluviones ocurridos en Argentina, Perú, Ecuador y Colombia durante marzo y que son parte del fenómeno de cambio climático.
Tras una reunión de coordinación realizada este jueves en La Moneda, los diferentes servicios públicos concordaron la ejecución de procedimientos adicionales para enfrentar situaciones específicas que puedan producirse por lluvias intensas en periodos de tiempo breve, que signifiquen –por ejemplo- riesgos de aluviones o deslizamientos de tierra.
En la oportunidad, la Dirección Meteorológica de Chile informó que el invierno de 2017 estará en una etapa neutra, es decir, sin la presencia de eventos conocidos como La Niña y El Niño.
Sin embargo, a pesar de que se prevé un año con precipitaciones normales (a excepción de la Región de Coquimbo), destacarán los denominados “núcleos fríos en altura”, conocidos por su irregularidad y el alto volumen de agua que precipita en lapsos cortos. Un fenómeno similar afectó el norte del país en marzo de 2015, cuando ocurrieron 18 eventos de remoción en masa simultáneos.
Lo ocurrido en otros países de la región, como Perú, en donde las lluvias dejaron más de un millón de afectados y 107 fallecidos, o en Colombia, en donde un alud terminó con la vida de 250 personas, sumado a los efectos del cambio climático, hicieron necesario abordar desde el punto de vista preventivo y operativo estas eventuales situaciones excepcionales, que se ejecutan como complemento del tradicional Plan de Invierno.
“La situación de los eventos climáticos excepcionales que hemos visto en Colombia, en Perú y en Argentina nos llevan a, dentro del plan de invierno que hemos desarrollado durante los distintos años, tener un plan de eventos excepcionales climáticos que podrían afectar algunas de las ciudades de Chile, para lo cual hemos instruido una preparación desde la Región de Atacama hacia el sur inmediatamente, con apertura hacia el norte de la Región de Atacama”, explicó el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga.
El 22 de marzo, el Ministerio de Obras Públicas anunció un plan de obras y limpieza de quebradas en 11 regiones del país, avaluado en 220 mil millones de pesos, de los cuales 8 mil se ejecutarán este año. Dentro de este plan se incluye la limpieza de 49 quebradas que fueron afectadas en los incendios forestales de enero y febrero pasado.
Por su parte, el director nacional de Onemi, Ricardo Toro, explicó que esta coordinación es “preventiva, con el objeto de considerar el escenario más peligroso y tener previstas las medidas del caso”.
Agregó que “todo esto parte del autoconocimiento de las personas de saber cuáles son los riesgos al cual están sometidos, de las autoridades locales para que se tomen las medidas correspondientes y del apoyo del Estado para preparar una mejor condición ante estas situaciones”.