Un antiguo líder conservador Michael Howard sugirió ayer que la primera ministra, Theresa May, sería tan firme con Gibraltar como lo fue Margaret Thatcher con las Malvinas, al enviar en 1982 una fuerza militar para defenderlas de Argentina.
«Hace 35 años que otra primera ministra hizo cruzar medio mundo a una fuerza militar para defender la libertad de otro pequeño grupo de británicos contra un país hispanohablante. Estoy absolutamente seguro de que nuestra primera ministra actual exhibirá el mismo aplomo a la hora de defender a nuestra gente en Gibraltar», dijo el domingo en el programa de Sophy Rigde en la cadena Sky News.
«Alguien en Reino Unido está perdiendo los nervios», ha replicado el ministros de Exteriores español, Alfonso Dastis, quien considera que «no hay ninguna base» para expresar la inquietud planteada por el ex líder tory y ha sugerido que sus palabras se han malinterpretado. «Traer a colación situaciones pasadas con las Malvinas es un poco sacado de contexto», ha matizado.
A raíz de las declaraciones de Howard, el presidente del Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento británico, Dominic Grieve, calificó hoy de «apocalíptico» sugerir que el Reino Unido estaría dispuesto a ir a la guerra para defender Gibraltar.
«Estoy absolutamente seguro de que nuestra primera ministra mostrará la misma resolución en defensa de las personas de Gibraltar», señaló.
La próxima apertura de negociaciones de la salida del Reino Unido de la Unión Europea ha generado nuevas tensiones entre Londres y Madrid por el futuro del Peñón, un territorio de 32.000 habitantes cedido en 1713 pero reivindicado por España.
Theresa May afirmó el domingo que Londres no cederá «nunca» la soberanía sobre el territorio de 7 km2.
Este lunes, su ministro de Exteriores, Boris Johnson, advirtió que «la soberanía de Gibraltar no ha cambiado» ni lo hará a menos que haya «el deseo y consentimiento» de los gibraltareños y Londres.
Estas declaraciones se producen luego que la UE estableciera en su proyecto de directrices de negociación del Brexit que España tendría que dar su beneplácito a cualquier acuerdo aplicable a Gibraltar.
La noticia sobre esas directrices ha desatado las alarmas entre políticos del Peñón, que estiman que esas pautas le otorgarían a Madrid capacidad para bloquear el acceso del enclave a todo acuerdo comercial que Londres negocie con la UE.
«No estamos a favor de incrementar aranceles, no queremos dificultar las relaciones que hay con el Reino Unido y con la población de Gibraltar», aclaró sin embargo el jefe de la diplomacia española el lunes.
El domingo, Dastis también había dicho que España no desea cerrar su frontera con Gibraltar una vez que se consume el Brexit.
Unas 10.000 personas entran diariamente a trabajar en el Peñón, que depende de su pequeña frontera terrestre con España para comerciar y recibir visitantes y trabajadores.