Ivanka Trump, hija y consejera del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que se convertirá en empleada federal no remunerada, al igual que su marido, Jared Kushner.
La hija mayor del magnate inmobiliario ya disponía de una oficina en la Casa Blanca, a pesar de no estar empleada por el gobierno, una situación que generó críticas y cuestionamientos.
«He escuchado las preocupaciones que algunos tienen sobre que aconseje al presidente […], por lo que ahora trabajaré como empleada no remunerada en la oficina de la Casa Blanca, sometiéndome a las mismas reglas que los otros empleados federales», anunció Ivanka a través de un comunicado.
La Casa Blanca celebró rápidamente por la decisión de Ivanka Trump «en su papel inédito de primera hija y consejera del presidente».
«El papel de Ivanka como empleada no remunerada refuerza nuestro compromiso con la ética y la transparencia», añade el texto.
Desde que Donald Trump asumió su cargo, el 20 de enero, Ivanka Trump, de 35 años, está muy presente en el ala Oeste de la Casa Blanca, el núcleo del poder estadounidense.
Ha participado en numerosos encuentros con dirigentes extranjeros, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel.