Para el Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Salazar, el pueblo mapuche «ha retomado su lucha tradicional por recuperar lo que es su territorio». Porque, más allá del ataque incendiario de este domingo que afectó a 19 camiones y que dejaría pérdidas por sobre los USD 3 millones, Salazar dice analizar en perspectiva los hechos, más allá de uno u otro ataque puntual. Desde este punto de vista su interpretación es drástica: «Estamos en presencia de una nueva versión de la vieja Guerra de Arauco».
Para el historiador, los hechos de violencia en la zona no pueden ser entendidos como actos terroristas y asegura que deben ser leídos «en clave de la historia del pueblo Mapuche», dado que es evidente, dice, que el grupo ancestral «está iniciando una ofensiva para recuperar un territorio que le corresponde por derecho natural».
«Si no se plantea como un problema de fondo, todas las soluciones van a redundar en lo mismo y el pueblo mapuche sabe luchar, sabe ejercer violencia cuando es necesario. La prueba es que después de 500 años sigue actuando en la misma dirección», añadió.
Según Salazar «es una pena que el Gobierno insista en que es una violencia inconsulta, de grupos anónimos o de mapuches que se han vuelto terroristas». A quienes, además, enfatiza, es errado aplicar la ley antiterroristas porque eso no tiene nada que ver, es una lectura muy equivocada que no va a resolver el problema por más policías que pongan allí», señaló.
«Si no se plantea como un problema de fondo, todas las soluciones van a redundar en lo mismo y el pueblo mapuche sabe luchar, sabe ejercer violencia cuando es necesario. La prueba es que después de 500 años sigue actuando en la misma dirección», añadió.
«Están (los propietarios) siendo atacados, no hay duda, pero el problema de fondo es mucho más importante de lo que pudiera afectar un derecho de propiedad que se sustentó en su momento en una ocupación injusta del territorio mapuche», sentenció.
El catedrático de la Universidad de Chile sostuvo que la clase política no ha estado a la altura del conflicto ni se ha manifestado directamente. «La derecha tiende a proteger a los propietarios de la zona y reclama la defensa de sus derechos de propiedad y sus derechos humanos ante ataques que evidentemente los perjudica. Son víctimas, eso no se puede negar. Esa lectura propia de la clase política la derecha la manifiesta, pero la centro-izquierda, que es Gobierno, no lo hace porque sabe que es un problema muy profundo y que ellos no pueden resolverlo por su propia condición como clase política», indicó.
«Están (los propietarios) siendo atacados, no hay duda, pero el problema de fondo es mucho más importante de lo que pudiera afectar un derecho de propiedad que se sustentó en su momento en una ocupación injusta del territorio mapuche», sentenció.