Al menos unas 31 chicas – de entre 14 y 17 años – murieron el miércoles al incendiarse un superpoblado centro de acogida para adolescentes en Guatemala, luego de que 19 jóvenes internos se fugaran, tras protestar y denunciar abusos sexuales.
En el lugar murieron 19 jóvenes, 17 incineradas, mientras que otras tres muchachas perecieron por las quemaduras en la unidad de cuidados intensivos de los hospitales San Juan de Dios y Roosevelt de la capital, confirmaron las oficinas de prensa de ambos nosocomios estatales.
El siniestro, cuya causa no ha sido establecida oficialmente, dejó también 38 heridas, 16 en estado crítico, según datos de los hospitales públicos.
El presidente Jimmy Morales, quien decretó tres días de duelo nacional por la tragedia, dijo en un breve mensaje televisado que ordenó la destitución del director del refugio y señaló que previo al incendio habían solicitado a la justicia trasladar a otros sitios a «menores en conflicto con la ley (…) para evitar consecuencias mayores».
En las afueras del centro, el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ubicado en San José Pinula, a 10 km de la capital, entre el llanto y la desesperación, una multitud esperaba noticias sobre sus familiares. Muchos no podían hablar por el dolor. En los alrededores, se aglomeraron decenas de policías y vehículos de bomberos.
«No quieren dar información de nada», dijo a la AFP Rosa Aguirre, una vendedora ambulante de 22 años, quien buscaba saber qué pasó con sus tres hermanos, dos niñas de entre 13 y 15 años, y un adolescente de 17.
«Nunca me imaginé que este lugar a donde lo vinieron a meter fuera tan peligroso», se lamenta con horror María Román, una ama de casa que intentaba conocer la suerte de su hijo de 16 años.
El ingreso al centro estaba prohibido por las autoridades y la pared principal de cemento, coronada con alambre de púas, no tenía daños que reflejaran la tragedia registrada en su interior.
Según cifras oficiales, el centro tiene capacidad para 400 menores pero actualmente alojaba a unos 800.
Bomba de tiempo
Según versiones preliminares, la noche del martes, horas antes del incendio de este miércoles, un grupo de jóvenes intentó fugarse tras denuncias de abusos y maltratos.
En el hogar están internados por orden judicial niños y adolescentes menores de 18 años, que sufren violencia doméstica o que fueron rescatados de las calles.
El centro – a cargo de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia – es blanco desde hace tiempo de un escándalo por denuncias de abusos sexuales contra los internos.
«Esto era una bomba de tiempo, esto era de esperarse», aseguró a la AFP un exempleado del área administrativa del centro, Ángel Cárdenas, quien aseguró haber interpuesto varias denuncias por atropellos de las autoridades hacia los menores.
Rosa Aguirre aseguró que ya había denunciado os vejámenes y maltratos ante la Fiscalía, pero que nunca le prestaron atención.
De acuerdo con la mujer, en el albergue ponían a pelear a sus hermanas entre ellas, mientras que al muchacho lo metían en un lugar llamado ‘gallinero’, un cuarto oscuro de castigo.
Para honrar a las víctimas del siniestro, decenas de activistas de derechos humanos realizaron vigilias con velas y flores frente a la entrada del refugio, así como en la morgue y plaza central de la capital.
La casa del horror
Hilda Morales, procuradora de Derechos Humanos de la Niñez, advirtió que solicitará la clausura de ese albergue y responsabilidad penal contra las autoridades «porque han incumplido con su mandato».
Morales destacó que el año pasado solicitaron medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos luego de que varias adolescentes denunciaran vejámenes y abusos sexuales en el interior del refugio.
Por su parte, la oficina en Guatemala del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó el incidente.
«Unicef repudia la tragedia en el Hogar Virgen de la Asunción. Estas niñas, niños y adolescentes deben ser protegidos», afirmó en un mensaje en Twitter.
El encargado de la Niñez de la Procuraduría General de la Nación, Harold Flores, recordó que desde el año pasado se han presentado denuncias contra ese hogar a raíz de reiteradas fugas de adolescentes que denunciaron violaciones.
El titular de la Secretaría de Bienestar Social de la Presencia, Carlos Rodas, aseguró que el 90% de los internos tienen familiares, pero son rechazados por los padres o sus familias para estar en el seno del hogar.
Asimismo, develó que en ese refugio también están internados adolescentes en conflicto con la ley, pero por falta de espacios en correccionales los jueces han ordenado su reclusión.
Según el funcionario, la noche del martes se fugaron 19 jóvenes por lo que se activó una alerta de búsqueda.