El pasado 17 de febrero un sujeto ingresó a la casa de Helen Reynolds, una mujer de 88 años que vive sola en su domicilio en Parkesburg, en Estados Unidos.
Al ver a la anciana, el delincuente decidió que no solamente iba a robar las pertenencias de ella, sino que también iba a abusar sexualmente de ella.
Por eso, una vez que el hombre guardó todas las cosas que iba a sustraer de la vivienda, se acercó hacia Reynolds, a quien tuvo atada en una silla durante tres horas mientras cometía el ilícito.
Tras esto, el ladrón se enfureció ya que aparte de objetos pequeños solamente halló 40 dólares, se acercó hacia la adulta mayor con el claro propósito de violarla.
«Le dije: ‘Bueno, esto es así. Tú debes conocer la verdad. Tengo VIH y mi esposo murió por eso’, lo que es una mentira», relató Reynolds al canal ABC13 sobre lo que le indicó al sujeto cuando procedía a cometer el abuso. «Cuando dije eso se fue de la habitación. Ése fue el comentario que me salvó la vida», remarcó.
La policía desarrolla un amplio operativo en la ciudad buscando al delincuente, mientras que la mujer solamente pidió una cosa tras el hecho: «No tengo nada bueno que decir sobre él. Nada en absoluto. Pónganlo en prisión», agrego.