El sindicato de trabajadores en huelga de la mina Escondida negó haber estado involucrada en actos de violencia en el yacimiento, denunciados el domingo por la compañía minera.
Un comunicado de Escondida denunció que unos 300 mineros en huelga ingresaron el sábado a la fuerza al complejo minero y expulsaron bajo amenazas a trabajadores de contratas cuando se encontraban en un campamento tras realizar sus faenas, hechos que el sindicato dijo desconocer.
«El sindicato sólo tiene información de que un grupo menor a 200 trabajadores realizaron en horas de la tarde del sábado 11 de febrero pasado, una caminata pacífica al campamento 2000, pero sin tener antecedente alguno de los incidentes que relata la empresa», indicó un comunicado de los huelguistas difundido este lunes.
La empresa se quejó además de que el sindicato no permitió que 40 trabajadores continúen sus labores para mantener las operaciones mínimas requeridas en la mina, y acusó a los huelguistas de bloquear los ingresos al yacimiento.
El sindicato respondió que, tras un acuerdo avalado por la Dirección del Trabajo, se determinó que 20 trabajadores eran suficientes para mantener las operaciones básicas que eviten daños irreparables a los bienes de Escondida.
Asimismo, justificó los bloqueos como una forma de «controlar el ingreso a las faenas» para evitar que operarios externos reemplacen a los trabajadores en huelga.
Unos 2.500 trabajadores comenzaron el paro el jueves en demanda de un reajuste salarial del 7%, un bono de 25 millones de pesos y mantener los beneficios contractuales para los nuevos. La empresa rechazó las demandas y ofrece un bono cercano a los ocho millones.
Escondida, controlada por la angloaustraliana BHP Billiton, produce cerca del 5% del total mundial, se encuentra a unos 3.100 metros de altitud, en el desierto de Atacama.
La huelga puso la incertidumbre en el mercado internacional del metal rojo, ya que la extensión de la medida de fuerza puede causar fluctuaciones en el precio del cobre, escasez en China, mayor importador del mineral, y pérdidas en el PIB de Chile.
Los huelguistas afirman que pueden sostener la medida por dos meses.