A raíz de la crisis que está viviendo la isapre Masvida, de la cual se ha rumoreado una posible quiebra, otras isapres se han dado a la tarea de captar a través de vendedores a los clientes indecisos de esta compañía.
Luego de que se conociera esta situación, el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, anunció que se buscará «restringir o prohibir esas prácticas y sancionarlas si es que las detectamos, porque contribuyen a profundizar el problema y, sin duda, no son parte de la solución. Son solo una solución puntual para las personas que pueden cambiarse, pero desde el punto de vista sistémico no aportan y hacen más compleja la salida de esta delicada situación”, informó a El Mercurio.
En los dos últimos meses casi 11 mil afiliados se han retirado de la aseguradora, producto de la incertidumbre de la empresa en el mercado, por lo que las principales beneficiadas con esta situación serian las otras isapres.
El primer gran golpe que recibió la entidad fue la suspensión oficial del convenio por parte de la Clínica Santa María, a lo que se suma la prohibición a los usuarios de la aseguradora a comprar bonos electrónicos por parte de la Clínica Alemana, la Clínica Reñaca, Integramédica y otros centros de salud.
Sin embargo, a lo anterior se le suma las exigencia que a puesto la superintendencia de Salud, la cual le dio diez días para entregar un Plan de Ajuste y Contingencia (PAC) el cual debe entregar soluciones ante sus problemas financieros, plazo que vence hoy viernes.