Desde el pasado 1 de enero las oficinas de Google Chile en Santiago y su centro de datos situado en Quilicura se abastecen íntegramente con la energía solar que se genera en la planta fotovoltaica de El Romero, instalada en Vallenar.
Así lo confirmó el gigante tecnológico en las instalaciones, construidas y operadas por la empresa española Acciona y que tienen una extensión de 1,5 millones de metros cuadrados, equivalentes a 211 campos de fútbol y son las más grandes de Latinoamérica en su ámbito.
«La obra fue un éxito, sólo tardamos trece meses: empezamos en octubre de 2015 y la conectamos a la red en noviembre de 2016. Ahora produce energía limpia suficiente para 240.000 hogares», explicó a Efe el jefe de construcción de El Romero, Hernán Salazar.
Ahora, 776.000 paneles solares hechos de aluminio, que colocados en fila ocuparían 196 kilómetros, se alzan sobre el desierto chileno, «el lugar con mayor radiación solar de la Tierra», según Salazar.
La planta, que actualmente emplea a una veintena de trabajadores pero llegó a dar trabajo a más de 900 durante su construcción, suministra energía a la delegación chilena de Google y muy especialmente a su centro de datos, uno de los trece que la empresa tiene repartidos por todo el mundo y cuya labor es guardar los datos de su ‘nube’ (un sistema de almacenamiento en línea).
«Consideramos que el acuerdo de compra de energía que tenemos con Acciona es de gran relevancia. Es uno de los veinte acuerdos que hemos firmado en todo el mundo para la compra de energía renovable para que en 2017 podamos alcanzar nuestro objetivo de estar alimentados al 100 % con energía renovable», señala Flor Bianco, gerente de comunicaciones de la empresa en Sudamérica.
El centro de datos de Quilicura, la única de estas instalaciones que Google posee en Latinoamérica y en el hemisferio sur, tiene otra peculiaridad: de los trece recintos operativos, solo este y otro situado en Estados Unidos se abastecen de energía solar, mientras que el resto lo hacen con energía eólica.
«Para nosotros es muy importante que la entrada en funcionamiento de la planta de El Romero haya ocurrido porque inyecta energía en la red eléctrica de Chile y, además de este centro, abastece las oficinas de Google en Santiago que abrimos hace seis años», insiste Bianco.
Precisamente esta transmisión sin intermediarios de la energía desde la planta de El Romero hasta las instalaciones de Google fue uno de los factores, junto a la apuesta del Gobierno de Michelle Bachelet por las energías renovables y el acceso privilegiado de Chile al sol, fue uno de los factores por los que la empresa decidió establecer el centro de datos en el país austral, según Fernando López Iervasi, director general de Google Chile.
«El planeta necesita moverse de forma urgente hacia el consumo de energías renovables. De hecho, en el año 2015 se consumió 1,5 veces lo que se produjo en términos de recursos energéticos. Google es la compañía más grande del mundo en compra de energías renovables, es un jugador central en este territorio», remarcó.