Nueve periodistas fueron asesinados en México en 2016, lo que convierte a ese país en el más mortífero para la prensa de entre todos los que no están en guerra, según se desprende del informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre la mortalidad en la profesión.
En total, 57 profesionales del periodismo fueron asesinados en el mundo a causa de su profesión, 10 menos que en el año anterior, a los que hay que sumar 9 ciudadanos que ejercían el periodismo de forma no profesional y 8 colaboradores de medios de comunicación.
RSF considera que el descenso registrado en el número de periodistas asesinados responde al hecho de que muchos de ellos han abandonado las zonas de conflicto, como Siria, Irak, Libia o Yemen, convertidas como consecuencia de eso en «agujeros negros informativos en los que reina la impunidad».
A ello se suma, según el informe, a que la brutalidad ejercida por regímenes dictatoriales contra periodistas les ha llevado a aplicarse una autocensura por miedo a ser asesinados.
Tres cuartas partes de los asesinados habían sido amenazados previamente por sus actividades periodísticas, lo que prueba para RSF «el fracaso de las iniciativas internacionales destinadas a la protección de los periodistas».
Las zonas de conflicto siguen siendo el principal escenario de asesinatos de periodistas, con Siria a la cabeza, con 19 muertos, seguido de Afganistán con 10, Irak con 7 y Yemen con 5.
En total, el 65 % de los asesinatos se produjo en esas regiones, una tendencia diferente a la registrada en 2015, cuando numerosos periodistas fueron asesinados en países en paz, como los del semanario satírico francés «Charlie Hebdo».
Pero la organización llamó la atención sobre la situación en México en 2016, un país que no está en guerra pero en el que las actuaciones de los cárteles criminales, sobre todo de «Los Zetas», «hacen reinar el terror en los estados del noreste del golfo de México».
Su objetivo es, según RSF, «disuadir» a los periodistas de «meterse en sus asuntos», para lo que «multiplican los secuestros y los actos de barbarie».
Pese a esa persecución, «las autoridades policiales y judiciales, muy corrompidas, cierran los ojos», cuando no contribuyen en la labor de represión de los periodistas, puesto que el informe revela que son agentes policiales los principales responsables de las agresiones a reporteros.
A nivel internacional, RSF señaló que solo 4 de los periodista asesinados lo fueron fuera de su país.
La organización denunció el progresivo deterioro de la libertad de prensa en los últimos años en ciertas regiones del mundo.
En los últimos 10 años, 780 periodistas han perdido la vida en el ejercicio de sus funciones, con picos importantes en 2007 y 2012 (87).
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