Mucha informalidad en lo laboral y financiero. Eso es lo que revela el estudio «Migrantes Latinoamericanos en Chile» del Banco Interamericano del Desarrollo (BID) presentado este miércoles en el Centro de Estudios Públicos (CEP).
El sondeo, realizado vía telefónica y de manera presencial entre diciembre de 2015 y agosto de 2016 a 581 inmigrantes, busca entregar un panorama de la integración social, económica y financiera de los que han llegado desde otros países de la región al nuestro.Y el resultado no es muy alentador.
En cuanto a lo laboral, un 31% de la muestra ha trabajado sin contrato, mientras que el 56% lo ha hecho con este documento. Por otro lado, de los consultados el 53% declara tener un empleo estable como dependiente, mientras que el 35% está sin trabajo.
Adicionalmente en la encuesta también se le consultó a las personas si su situación laboral había mejorado desde su llegada a Chile, de los que llevan menos de seis meses en el país, un 67% responde positivamente, mientras que la fracción que reporta una mejora es aún más alta es en los inmigrantes que tienen mayor tiempo de estadía.
«Esta mejora en los trabajos puede estar relacionado, en parte, a la manera en que se consiguieron. Mientras que para el primer trabajo en Chile y el trabajo actual la fuente principal de información fueron familiares o amigos, esta dependencia baja a medida que el migrante pasa más tiempo en el país. También se observa una caída en el uso de otros inmigrantes y de instituciones de intermediación. El uso de estas redes se reemplaza por métodos más formales, como los avisos públicos», destaca el informe.
Baja bancarización
La encuesta revela también que la población migrante es poco bancarizada. Más de la mitad de la muestra declara no tener cuenta bancaria y del 46% que tiene una, el 35% la tienen en Chile mientras que el 11% restante tiene solamente una cuenta en su país de origen.
Comparando entre países de origen, queda en evidencia que los inmigrantes peruanos, haitianos y colombianos tienen un comportamiento bancario similar a la muestra entera, mientras que los dominicanos y de otros paises de origen tienen un nivel de bancarización menor.
De los que que han intentado tener una cuenta pero fueron rechazados (19,6%), el 70,9% responde que fue a causa de falta de documentación necesaria, mientras que entre quienes no han intentado obtener una, el 55% responde que es por creer que le falta cumplir con dicho papeleo.
¿Qué uso hacen los migrantes en nuestra muestra de su cuenta bancaria? Las opciones están repartidas entre ahorrar (27%), guardar dinero y realizar transferencias (24%), mientras que un 11% la usa para tener un control de sus gastos e ingresos.
Dado que el rol principal que juegan las cuentas bancarias para los encuestados es ahorrar o fines similares, el estudio también sondeó este ítem, quedando en evidencia que quienes más ahorran son quienes tienen un empleo, correspondiendo en promedio a 14% del ingreso reportado. Sin embargo, el 60% de los encuestados no ahorra, con lo cual la media de ahorro mensual es de US$ 101.
La encuesta muestra además que los migrantes de Colombia y Haití tienen los niveles de ahorro más bajos, con un promedio debajo de los US$200, mientras que lis de Perú y de la Republica Dominicana tienen valores promedios de más altos. Hay individuos en el Perú, la República Dominicana y en el resto de los países que ahorran montos muy grandes.
Respecto a los motivos de por qué reúnen dinero, el 45,8% lo hace para poder enfrentar emergencias, el 3,75% para invertir, «lo que sugiere una sensibilización al mercado financiero, enfatizando el beneficio que podrían obtener instituciones financieras en Chile si podrían acceder mejor a este mercado. Unas de las inversiones más comunes es la compra de una vivienda», subraya el documento.
Aquí la falta de bancarización se hace evidente, porque uno de los métodos más usado para ahorrar es tener el dinero guardado en la casa (48%), seguido por una cuenta bancaria (29%) y la cuenta de ahorro (19%).
DP/PCP