Unos 60 mineros de Curanilahue cumplieron este domingo cuatro días a 600 metros bajo tierra en la mina Santa Ana, ubicada en la región del Biobío, debido a que exigen al Gobierno cumplir con los puntos del protocolo de acuerdo firmado con los operarios en el 2015.
Específicamente, los trabajadores mineros aseguran que la protesta se motivó porque La Moneda no ha cumplido un compromiso de compra de la mina que asumió el año pasado cuando intervino en una protesta similar, la que se extendió por 14 días.
“La protesta es por la continuidad de la mina y del protocolo que, hasta aquí, el Gobierno ha cerrado las puertas. Nuestros compañeros y nuestras autoridades fueron al Senado y también se les han cerrado las puertas”, indicó a radio Cooperativa uno de los mineros afectados, Héctor Fernández.
“Aquí el Gobierno nos ofreció la continuidad de la mina, ofreció colocar todo el apoyo y hasta la fecha no ha cumplido, no ha respondido en nada”, señaló otro movilizado, Santiago Flores.
Por su parte, el seremi de Minería del Biobío, Lautaro Benítez, respondió indicando que «el Ministerio de Minería, el sector público, no tiene un instrumento normativo, jurídico, presupuestario que le permita comprar, adquirir esta empresa insolvente y hacerse cargo de ella y contratar a los trabajadores para que trabajen en ella. Eso no es posible”.
Los trabajadores, quienes ingresaron a la mina el lunes en la tarde, finalmente señalaron que, de no tener una respuesta favorable, están disponibles a pasar navidad y año nuevo a 600 metros bajo tierra.
PUB/CF
