Los servicios de inteligencia interior alemanes anunciaron el arresto de un colaborador suyo, un «presunto islamista» que propuso «informaciones internas» en internet y que, según medios alemanes, proyectaba atentar contra la sede de los servicios de inteligencia, en Colonia (oeste).
«La Oficina de Protección de la Constitución [servicios de inteligencia interior alemana] consiguió desenmascarar a un presunto islamista entre sus colaboradores», indicó la Oficina en un comunicado, confirmando las informaciones del diario Die Welt y del semanario Der Spiegel.
Ni la Oficina ni ninguna de las dos publicaciones indicaron que existiera ningún vínculo entre el sospechoso y el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Según ambas publicaciones, se trata de un hombre alemán de 51 años, convertido desde 2014 al islam. Empleado de banco y padre de familia, colaboraba desde abril con la Oficina de Protección de la Constitución.
Contactada por la AFP, una portavoz de la Oficina confirmó que «se le acusa de haber expresado, con un nombre falso, ideas islamistas en internet y de haber propuesto informaciones internas de la administración en chats».
Principalmente, estaba encargado de vigilar los círculos islamistas alemanes: 9.200 radicales, según la Oficina, con un núcleo duro de 1.200 personas susceptibles de cometer atentados.
Según la Oficina, citada por Der Spiegel, durante su formación no se detectó ningún elemento sospechoso.
Es sospechoso de haber propuesto, por internet, «informaciones sensibles de la Oficina», donde se habría infiltrado para recabar informaciones en vista a preparar un «atentado con explosivos» contra la sede de Colonia, según ambos medios.
Sin embargo, el interlocutor con quien hablaba en los chats de internet era un agente de los servicios de inteligencia interior, según Der Spiegel, que añadió que nada parece indicar que hubiera contactado por internet con otras personas.
El detenido reconoció parcialmente los hechos, según ambos medios. Durante su interrogatorio, éste habría mencionado un proyecto de atentado dirigido «contra los infieles» y «en nombre de Alá», afirmó Die Welt.
Sin embargo, la portavoz de la Oficina no mencionó que se sospechara de un posible ataque terrorista y se limitó a indicar que de momento no había «ningún elemento que ateste un peligro concreto para la seguridad de la Oficina o para sus colaboradores».
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