Tras convertirse en un fenómeno global, el videojuego para smartphones Pokémon GO llegó hoy a Japón, lo que supone su entrada en Asia y en el país que dio origen a la famosa franquicia hace dos décadas.
La expectación era enorme y muestra de ello fueron los más de tres millones de mensajes que se han enviado hoy en la red social Twitter que contienen el texto en japonés Pokémon GO, compartiendo experiencias y fotografías.
Las criaturas originalmente creadas por la desarrolladora nipona Game Freak hace ya 20 años invadieron hoy las calles y plazas de la capital japonesa e incluso edificios tan solemnes como el de la Bolsa de Tokio o la Dieta (Parlamento), hasta donde la gente se acercó para atraparlos, según medios locales.
Los aficionados del país asiático esperaban la llegada del título a mediados de semana, después de que se publicara que McDonald’s Japón había firmado el primer acuerdo de una compañía con Pokémon GO para incluir sus locales dentro del juego.
Las acciones de la subsidiaria nipona de comida rápida, que publicó hoy los detalles del acuerdo, subieron un 4 por ciento en la Bolsa de Tokio, aunque llegó a sumar casi un 10 por ciento pocos minutos después de anunciarse el lanzamiento.
Unos 2.900 establecimientos de McDonald’s en el país asiático se convertirán en «gimnasios» y «pokeparadas», donde los jugadores pueden enfrentarse a otros usuarios y hacerse con diversos objetos necesarios para avanzar en el juego.
Aunque la salida estaba planeada para el 20 de julio, las empresas involucradas en el proyecto (Niantic, Nintendo y The Pokémon Company) decidieron posponer su lanzamiento nipón alegando una falta de servidores para soportar a los usuarios en el país asiático, donde Pokémon cuenta con un elevado número de seguidores.
Desde su debut el 6 de julio en EEUU, Australia y Nueva Zelanda, el título ha sido descargado más de 30 millones de veces, sin contar las del mercado nipón (todavía sin cuantificar), donde en su primer día se contabilizan más de 1,3 millones de valoraciones de la «app» en la plataforma de descarga para sistema Android, Google Play, y donde se posiciona como la aplicación actualmente más popular en la App Store.
La aplicación, que usa la tecnología de geolocalización GPS e insta a buscar a los «Pocket Monsters» (Pokémons) en el mundo real, ha supuesto una revolución no sólo en la industria de los juegos de realidad aumentada, sino en el ámbito social en todo el mundo, incluido Japón.
En este sentido, las autoridades han lanzado una campaña para concienciar sobre el uso seguro del juego ante la ola de lesiones, accidentes e incluso robos reportados usando la aplicación a nivel global.
El ministro portavoz del Ejecutivo nipón, Yoshihide Suga, llegó a pronunciarse hoy sobre el videojuego y reconoció que él no iba a jugar, pero pidió a los aficionados nipones que «no se entre en zonas peligrosas».
La entrada en Japón ha sido el debut de Pokémon GO en Asia, donde se desconoce cuándo estará accesible en otros países, aunque parece improbable que lo haga en China.
Los medios locales han expresado inquietud por los problemas de seguridad y espionaje que puede causar, además, a ello se suman la reciente prohibición del uso del inglés en videojuegos publicados en el país, así como el hecho de que para jugar hay que tener una cuenta de Google, bloqueado en el país.
En su lugar, una firma local ha desarrollado «City Spirit Go», actualmente la aplicación más bajada por los usuarios del país asiático en la tienda virtual de Apple, y de dinámica similar.
El fenómeno Pokémon GO ha despertado reticencia en otros países asiáticos, como Indonesia, que ha prohibido a sus Fuerzas Armadas, a la Policía y al personal del palacio presidencial en Yakarta que utilicen el juego durante las horas de servicio.
Aunque la aplicación no ha salido oficialmente comercializada en el país del sudeste asiático, igual que en otros de la región como Corea del Sur, la gente lleva semanas urdiendo triquiñuelas para descargarlo, como cambiar la región de la tienda digital del terminal a la de otro país en el que esté disponible, una artimaña legal.
Además de una vorágine social, Pokémon GO ha revolucionado las cuentas de la maltrecha Nintendo, la compañía nipona de videojuegos que en tan sólo dos semanas ha duplicado su valor en Bolsa y ha alcanzado cifras récord.
Tras una subida tan intensa, el precio de sus acciones subieron hoy un tímido 0,79 por ciento mientras trata de asimilar el «boom» mundial de «Pokémon GO».
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