Miles de personas han llegado desde los 50 estados y territorios de los Estados Unidos para participar de las actividades y sesiones de la Convención Nacional del Partido Republicano.
Cleveland suele ser una ciudad tranquila, según algunos locales, excepto por algunas avenidas del centro repletas de restaurantes y bares en donde siempre hay mucho movimiento de personas. Pero el pasado mes ha sido diferente, primero con la celebración del campeonato de los Cavaliers en la NBA y ahora con una semana de la reunión más importante del Partido Republicano.
Cercanas las ocho de la noche me encontraba en una kilométrica fila para entrar a lo que sería la fiesta oficial de bienvenida de la convención. Detrás había un grupo hombres de entre 25 y 35 años. Compartían comentarios de los candidatos, la política y por supuesto la convención. Discutían la cantidad de veces que habían asistido a este tipo de eventos cuando uno de ellos comentó: “Yo he venido tres veces y seguiré viniendo. Las convenciones son como el Disney de los políticos”.
Es quizás una manera de describir al menos lo que sucede alrededor de una convención de partido. Si bien dentro del Quicken Loans Arena -por mencionar un ejemplo- se dan las últimas negociaciones respecto a qué candidato irá el voto de cada delegado, en las afueras el ambiente es de fiesta y celebración, pero sin montañas rusas.
En las calles, las personas caminan con gafas alusivas a la bandera de Estados Unidos, con gorros referentes a la convención que leen “Cleveland 2016”, a modo de souvenir, y por supuesto las camisas y chapas en apoyo a Donald Trump o exaltando la rivalidad con Hillary Clinton.
Al interior de la fiesta de bienvenida, varias tarimas con bandas de rock tipo Rolling Stones estaban estaban ubicadas en distintos puntos; también había “food trucks” y alcohol gratis para todos los presentes. Cerca de las 10 de la noche, cuando ya no había sol y la gente cantaba al ritmo de una banda, se hicieron sentir los fuegos artificiales que salían como desde el fondo del lago Erie, la mayoría de color rojo, azul y blanco, por eso de no olvidar que no estás en Disney, sino en la Convención Nacional del Partido Republicano. Al filo del lago Erie brillaban los ojos de los que allí estaban.
Pero culminado el evento nocturno, los cuatro mil 132 delegados que han llegado hasta Cleveland en representación de los 318 millones de habitantes de Estados Unidos, se darán cita este lunes a las dos de la tarde en el Quicken Loans Arena en Cleveland, para dar comienzo oficialmente a la convención.