Los líderes de la Otan comienzan este viernes en Varsovia una emblemática cumbre con la mirada puesta en Rusia e inquietos por evitar que la Alianza se resquebraje por las consecuencias del voto en el Reino Unido para salir de la Unión Europea.
El estadounidense Barack Obama, que llegó a Varsovia para asistir este viernes y sábado a la última cumbre de su mandato, destacó que «éste es quizás el momento más importante para las relaciones transatlánticas desde el fin de la Guerra Fría».
Sin esconder la preocupación de Washington por el voto para un ‘Brexit’ en Gran Bretaña, Obama se declaró «confiado» en Londres y la UE «serán capaces de acordarse sobre una transición ordenada hacia una nueva relación», «aunque sea difícil».
Gran Bretaña es el mejor y más cercano aliado de Estados Unidos en Europa, con quien mantiene una «relación especial». El Reino Unido es el país europeo que más contribuye militarmente en la Alianza Atlántica, potencia nuclear y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
«La relación del Reino Unido y la UE cambiará, pero vale la pena recordar lo que no va a cambiar», escribió en una tribuna publicada por el diario Financial Times.
«La relación especial entre EEUU y el Reino Unido perdurará», subrayó.
Obama se reúne por la mañana con los presidentes del Consejo Europe y de la Comisión Europea, Donald Tusk y Jean-Claude Juncker.
El presidente estadounidense debe reunirse también con el primer ministro británico, David Cameron, durante la cumbre celebrada simbólicamente en la ciudad en donde se firmó el Pacto de Varsovia en 1955, alianza de la Unión Soviética para contrarrestar la creación de la Otan.
Antes de que comiencen las reuniones, Obama fue informado, indicó la Casa Blanca, sobre el tiroteo en Dallas en donde cinco policías murieron por disparos de francotiradores en una protesta contra el gatillo fácil de las fuerzas del orden hacia los negros.
– Hacia el Este, Rusia –
En Varsovia, los 28 líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) buscarán reafirmar su presencia en el este europeo, otrora bajo la influencia de Moscú.
La decisión mayor será la ratificación del plan de acción para contrarrestar a Rusia, cada vez más agresivo, tras la anexión de Crimea y la intervención en Ucrania en 2014.
El plan de respuesta, esbozado por la Otan en la cumbre de Gales en 2014, el ‘Readiness Action Plan’, supone respetar un mínimo de gastos militares de 2% del PIB y cesar los recortes.
Para sosegar a los aliados que se independizaron de Moscú a principios de los 1990, la Otan decidió aumentar su ‘Fuerza de Respuesta’ (NRF, Nato Response Force) triplicando sus efectivos hasta 40.000 soldados y creando una ‘punta de lanza’ (‘spearhead’) de 5.000 hombres capaz de desplegarse en sólo días en cualquier foco de crisis.
Sin embargo, Polonia y los tres países Bálticos obtuvieron más. La cumbre debería ratificar el despliegue en esos países de cuatro batallones multinacionales (entre 600 y 1.000 militares cada uno) sobre la base de una rotación.
Esta decisión no tiene precedentes desde el fin de la Guerra Fría y el Acta Fundacional de 1997 que rige las relaciones Otan Rusia y establecía la reducción de las fuerzas convencionales en Europa y Rusia.
El jueves, la canciller alemana, Angela Merkel, insistió que este refuerzo en el este se justifica por la actitud de Rusia en Ucrania, que llevó a una pérdida de confianza.
– El escudo antimisiles –
Para Rusia en cambio, es la Otan, que avanza sobre lo que eran sus ‘satélites’, la que amenaza su seguridad.
Aunque Moscú reserva sus mayores advertencias para el escudo antimisiles que desarrolla Estados Unidos en Europa. En la cumbre se debería declarar que ya se encuentra operacional tras la inauguración en mayo de una primera base de interceptores balísticos en Rumanía.
El escudo antimisiles neutralizaría la doctrina de disuasión nuclear. Estados Unidos sostiene que es para proteger su territorio y el de sus aliados de eventuales ataques con misiles balísticos de Irán y Corea del Norte.
Este viernes, Washington y Seúl anunciaron además la instalación de un escudo antimisiles en Corea del Sur, lo que fue inmediatamente denunciado por Moscú que sostiene, «atenta contra el equilibrio de la región» y podría tener «consecuencias irreparables».
Afganistán también estará en la agenda de los 28 líderes de la Otan, país en donde la Alianza participó en su operación de combate más larga de su historia (2003-2014).
La situación se deteriora. El miércoles Obama dijo que mantendría 8.400 soldados hasta el próximo año para frenar a los talibanes, 15 años después de que los aliados invadieran Afganistán.
La cooperación Otan-UE también figura entre los temas. De los 28 miembros de la Alianza Atlántica, 22 forman parte de la UE.
PUB/IAM