Hace 3 años, el rostro de la famosa actriz de Hollywood Angelina Jolie no sólo fue reconocido por sus papeles en cine o acciones sociales, si no que se volvió un emblema en la lucha contra el cáncer de mama entre las mujeres.
¿Por qué? La esposa de Brad Pitt decidió confesar que se había realizado una doble mastectomía con el fin de prevenir y disminuir el riesgo de contraer esta enfermedad, la misma que acabó hace algunos años con la vida de su madre. Esto no solo marcó un hito en la sociedad y el mundo de los espectáculos, sino que cambió drásticamente el área de la salud al generar el ahora denominado “efecto Jolie”.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cerca de 15 millones de personas podrían haber muerto de cáncer en el año 2035. Cifra que preocupa aún más, ya que sólo este año se diagnosticará a 246.660 y 61.000 mujeres de cáncer invasivo e in situ, respectivamente, según la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica de Estados Unidos.
Este panorama lamentablemente se repite en nuestro país, donde el cáncer de mamas se posiciona como una de las primeras causas de muerte. De hecho, cada tres horas, una chilena es diagnosticada con esta enfermedad y a diario tres mujeres pierden la lucha contra este enemigo “silencioso”.
El pabellón como una opción
Según informa la Sociedad Chilena de Cirujanos Plásticos (SCCP), el «efecto Jolie» impulsó a que cada vez más mujeres empezaran a investigar acerca de cómo prevenir y detectar precozmente el cáncer de mamas. En este contexto, aumentaron las consultas a los cirujanos plásticos, en relación a la reconstrucción mamaria en casos de extirpación preventiva o enfermedad.
La presidenta de la asociación, Montserrat Fontbona, explica a Publimetro que actualmente “las opciones de reconstrucción mamaria entregan excelentes resultados de forma segura para las pacientes y han demostrado una mejora en la calidad de vida de las mujeres víctimas de esta enfermedad, de forma consistente”.
Pero, ¿Cómo funciona esta intervención? La Dra. Fontbona explica que tras la mastectomía o extirpación de la mama, existen dos tipos de reconstrucciones. La primera es aquella que se realiza de forma “Inmediata”, es decir, en la misma cirugía en que se ha extirpado el tumor o, como en el caso de Angelina Jolie, cuando se ha realizado de forma preventiva. La segunda es la “Diferida”, que se realiza semanas o meses después de la intervención; en un segundo tiempo quirúrgico.
El tipo de reconstrucción dependerá del cáncer, las preferencias específicas de la paciente y del cirujano. Es así como se puede reconstruir la mama con el propio tejido (autólogo) o con implantes de silicona, lo cuales pueden estar precedidos de un periodo de expansión de la piel, en caso de ser necesario.
“Los beneficios de la reconstrucción mamaria están ampliamente demostrados y existen múltiples estudios que los avalan. Las mujeres que pasan por este procedimiento muestran mejorías en su autoestima, relaciones interpersonales y vida sexual. Sienten que recuperan su identidad femenina y se sienten bien con su cuerpo, lo que es fundamental para toda persona, aún más tras un cáncer de mama”, afirmó la presidenta de la SCCP.
Finalmente es importante saber que el período de recuperación tras este procedimiento dependerá de la técnica utilizada, así como de la propia paciente. Sin embargo, la mayoría de los casos presentan un alto grado de satisfacción, respecto a los resultados.
PB/MC