Al tiempo que Santiago se prepara a vivir este miércoles una quinta jornada consecutiva de preemergencia, enmarcada en la grave contaminación que afecta a la capital, expertos siguen cuestionando el modelo predictivo que se utiliza para fijar las medidas de contingencia ambiental en la ciudad.
Así, el doctor Raúl Morales, director de Ciencias Ambientales de la Universidad de Chile, asegura que el actual modelo “tiene muy poca eficiencia y funciona mal”.
A su juicio, “no es capaz de predecir los eventos de alta contaminación porque tiene parámetros que no son apropiados, como incorporar el promedio móvil de 24 horas porque da resultados a la baja y no impacta en la realidad de la gente que esta sometida a altos niveles de contaminación”.
Según el especialista, “el desempeño del actual modelo es muy bajo, con 80% de falsas predicciones y 70% de eventos no alterados”. Por ello, argumenta, se requiere un nuevo modelo de predicción y, además instalar nuevas estaciones de monitoreo en las comunas más afectadas de la RM.
En este plano, propone que se podrían incorporar los modelos del Centro Nacional del Medio Ambiente, “que es un modelo japonés, o el modelo neuronal de la Universidad de Santiago.
“Nosotros desarrollamos otro modelo para el sector norponiente de Santiago, basado en el comportamiento predictivo de la calidad del aire, que tiene las variables meteorológicas de la humedad y temperatura que ocurre en altura en una estación exclusivamente meteorológica instalada en la cima del Cerro Lo Prado. Permite analizar el comportamiento de la calidad del aire en sectores como Pudahuel, una de las comunas más críticas”, concluye.
El director del Instituto del Medio Ambiente, Rodrigo Cerda, matiza que los modelos predictivos en todo el mundo “tienen un gran margen de error, no hay ninguno que tenga una certeza, pero el problema no es el modelo predictivo, sino la falta de medidas que disminuyan las emisiones que hoy se generan, que superan largamente la capacidad de saturación que tiene la ciudad”.
Desde la perspectiva local, el alcalde de Maipú, Christian Vittori, cuestiona el modelo que se aplica en la capital para definir medidas contra la contaminación. “
“Hace varios años que estamos proponiendo el cambio del modelo predictivo para jornadas de alta contaminación”, indica a Publimetro.
Las críticas del jefe edilicio apuntan a que el actual modelo, “según datos y evidencia científica de la Universidad de Chile, pronostica niveles de contaminación con 10 horas de atraso, porque se construye a partir del promedio de las emisiones móviles de las últimas 24 horas”.
La implicancia que tiene esto, señala Vittori, es que “en comunas como Maipú, y en el sector poniente de la Región Metropolitana se registran episodios críticos sin que se haya decretado emergencia o preemergencia, y eso es producto de que el modelo no predice oportunamente”.
Lo que propone Vittori es “modificar el modelo e incorporar un panel de expertos, que hoy no existe, y ocupar varios modelos de porque hay variables que no se están considerando actualmente”. Además, concluye que es necesario “incorporar nuevas estaciones de medición, porque hay comunas como Maipú que no tienen y lo que se hace es extrapolar la información de estaciones cercanas a Maipú”.
En tanto, el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, explica a Publimetro que desde 2015 se emplea el modelo WRF-MMA en 9 zonas del país, y en conjunto con él se observan permanentemente “varios modelos en paralelo, así como los reportes de condiciones meteorológicas proporcionadas por la Dirección Meteorológica de Chile”.
Se trata de “un modelo dinámico, físico, resultado del desarrollo de más de una década por el grupo que lidera el comité científico de la Organización Meteorológica Mundial en temas de calidad de aire”, precisa.
La autoridad recalca que este modelo se basa en el mismo que se utiliza en la campaña científica KORUS de NASA, y sus autores trabajan en pronósticos de ciudades como Beijing, Nueva Delhi, Milán y París. Actualmente, el desarrollador trabaja para el Centro de Ciencias Atmosféricas de Estados Unidos.
El sistema de tiene un horizonte de tres días de pronóstico, “permitiendo tomar medidas evitando la acumulación de la contaminación. Ha sido una valiosa herramienta para la gestión de episodios críticos, y contribuyó a reducir las preemergencias ambientales en un 50% en 2015 frente a 2013”, asegura Badenier.
El titular de Medio Ambiente considera, por ello, que “no es conveniente la media de 12 horas propuesta, pues la norma vigente, amparada en recomendaciones de la OMS es de 24 horas».
PUB/SVM