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Con distintas actividades culturales los habitantes de Chiloé pasaron la noche de este sábado posicionados en los puntos de bloqueo que mantienen desde hace una semana en las rutas de acceso a las distintas ciudades de la isla.
Pese a que este sábado se informó que se abrirían las rutas a la Isla para permitir el ingreso de camiones con combustible y alimentos, con el fin de paliar la situación desabastecimiento que ha provocado la paralización de la zona, la medida no se materializó y sólo se mantuvo la decisión previa de facilitar el paso de vehículo de emergencia y, también, a los camiones recolectores de desperdicios residenciales.
La jornada sabatina estuvo marcada por reuniones y asambleas territoriales, además de una marcha en la ciudad de Castro y la mantención de bloqueo en las rampas de Chacao – principal acceso al territorio insular- y en el puente Pudeto, puerta de entrada a la comuna de Ancud.
Allí, cientos de pobladores se concentraron durante toda la jornada en torno a un escenario en el que se presentaron distintas bandas musicales locales, que amenizaron la actividad en el lado sur del viaducto símbolo de esa ciudad chilota.
Distinto fue el escenario en la ciudad de Temuco, donde una masiva manifestación en solidaridad con los habitantes de la zona de Chiloé derivó en barricadas e incidentes.
Pasada la medianoche, unas dos mil personas se mantenían en el lugar en un ambiente de camaradería y neumáticos que no cesaron de humear.
En un momento, el vocero de la Mesa de Trabajo por la Marea Roja, Pablo Oyarzo, comunicó a quienes se dieron cita en el extremo sur de puente Pudeto, que el paro continuaba y que la decisión de “estar en pie de guerra” se mantenía.
En el sector de la Cuesta Chilolac, en la salida sur de Ancud, pobladores se reunían en torno a una olla común, mientras otros capeaban la fría noche chilota al pie de una barricada y un grupo de pequeños jugaba al fútbol en una improvisada cancha con arcos armados con neumáticos y bandejas de plásticas.
“Con este equipo defendemos a Chiloé”, exclamó una niña que las hacía de portera.
Este sábado, una delegación de Greenpeace recorrió algunas zonas costeras para constatar en terreno el impacto que ha tenido la crisis medioambiental que significó el vertimiento de salmones muertos a principios de marzo en la zona costera de Cucao, en el Suroeste de la isla, y que se cree contribuyó a la proliferación de toxinas en el lecho marino chilote.
Para hoy domingo, las actividades estarán marcadas por la celebración del Día de la Madre y una misa dominical que pretende reunir a los ancuditanos.
La emergencia sanitaria obligó al Gobierno a declarar Zona de Catástrofe la zona de Chiloé y con ello, desde La Moneda se dispuso de recursos extraordinarios para intentar resolver la urgencia económica en la que quedaron los trabajadores de mar.
Este sábado se informó de un nuevo avistamiento de especies varadas en las costas de Chiloé, en el Océano Pacífico. En el lugar, agencia Aton comprobó que se trataba de algunas aves y de un lobo marino, que según lugareños murieron como consecuencia de la presencia de la marea roja.
“Esos animales aparecieron hace dos días. La cosa está así, mala, no se puede vivir ya del mar”, dijo Juan Antonio Barría (62), campesino de la zona de Mar Brava, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Ancud.
“Yo soy campesino, vivo del cultivo de la papa, pero también de lo que me da la mar, pero ahora no se puede sacar, porque los salmoneros contaminaron el mar chilote”, agregó Barría.
La noche de este sábado los ancuditanos se mantuvieron el sector del Puente Pudeto, principal bloqueo de la ciudad, donde realizaron distintas actividades culturales. En Castro, capital de Chiloé, unas 2 mil 500 personas marcharon por la ciudad para expresar su rechazo a las ofertas del Gobierno.
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