Un viaje humanitario, pero también de carácter ecuménico ya que ha sido organizado junto con los líderes de la Iglesia ortodoxa y por ello también acudirá a Lesbos el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé.
El portavoz de la oficina de prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi, explicó hoy el carácter extraordinario de esta visita ya que el único objetivo tanto de Francisco como de Bartolomé es poner el acento sobre la situación de los refugiados.
A la pregunta sobre si la visita se realiza después de que hayan comenzado las deportaciones a Turquía tras el acuerdo con la Unión Europea, Lombardi aseguró que el viaje papal no responde «a ninguna toma de posición» al respecto.
Pero invitó a escuchar con atención los dos discursos que Francisco pronunciará en esa isla del Egeo, que por su posición tan cercana a Turquía es meta para estas personas, en su mayoría sirios, que huyen de las guerras.
Lombardi explicó que el momento más significativo y que da sentido a este viaje será cuando Francisco, junto con Bartolomé y el arzobispo de Atenas y toda Grecia, Jerónimo, saluden uno a uno primero a 150 niños, muchos de ellos huérfanos o no acompañados, y a otros 250 inmigrantes en el patio del centro de Mòria.
El centro de detención acoge en estos momentos a cerca 2.500 refugiados y las condiciones en las que se encuentran han sido denunciadas por organizaciones humanitarias.
Lombardi explicó que cómo hizo durante el pasado Jueves Santo cuando acudió al centro de acogida de inmigrantes en la localidad de Castelnuovo di Porto para lavar los pies a 12 de ellos, Francisco tiene previsto tomarse tiempo para saludar uno a uno a los refugiados.
Los tres religiosos llegarán al centro de Mòira en un pequeño minibus donde les esperan 150 niños y después, tras atravesar el patio donde los refugiados son identificados, llegarán a un área donde se ha instalado el palco donde pronunciarán sendos discursos.
Allí los representantes religiosos firmaran una declaración conjunta sobre el tema de la emergencia y el drama de la inmigración.
Posteriormente almorzarán con algunos de los refugiados en un contenedor instalado en el lugar y Lombardi detalló que será una comida para cerca 14 personas.
Luego se trasladarán al puerto, donde está previsto un encuentro con ciudadanos de la isla y con representantes de la comunidad católica, una ceremonia a la que asistirán más o menos un millar de personas, explicó el portavoz vaticano.
En este acto está previsto el discurso más extenso del papa.
Los tres líderes religiosos recitarán cada uno una oración por las víctimas de la inmigración y arrojarán al mar una corona de laurel que les entregarán unos niños.
Aunque Francisco no llega a Lesbos como jefe de Estado y por tanto no se celebrarán los saludos oficiales, sí que está previsto que el pontífice argentino mantenga hasta dos encuentros con el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras.
Este recibirá a los pies de la escalerilla del avión a Francisco y después mantendrá una reunión de 20 minutos en una de las salas del aeropuerto, según el programa de la visita que hoy detalló la Santa Sede.
Al terminar la visita, el papa y sus anfitriones se trasladarán al aeropuerto, donde Francisco mantendrá encuentros privados con el arzobispo Jerónimo, el patriarca Bartolomeo y, de nuevo, con el primer ministro Tsipras, quien también se encargará de despedirlo en la pista del aeropuerto.
Al anunciar su viaje el pasado miércoles durante la audiencia general, Francisco explicó que con él quiere expresar «su cercanía y solidaridad» con los refugiados que huyen de sus países en conflicto, pero también con el pueblo de Grecia «tan generoso en su acogida».
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