Siete personas murieron tras un ataque realizado el sábado por remanentes de la guerrilla Sendero Luminoso a un convoy militar que se dirigía a custodiar locales de votación en el centro del Perú, en vísperas de los comicios presidenciales, según un reporte de la Fiscalía.
«Hubo un atentado (el sábado) donde han fallecido siete personas, y cinco personas están heridas», informó el domingo a la prensa el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez. Hasta la noche del sábado, la cifra era de cuatro fallecidos.
De acuerdo con la Fiscalía, en su mayoría los fallecidos son militares. El ataque se produjo en la región Junín (centro), donde personal del Ejercito, a bordo de seis vehículos se dirigía a prestar seguridad a locales de votación, en el distrito de Santo Domingo de Acobamba.
En conferencia de prensa el sábado el presidente Ollanta Humala calificó el atentado como un «acto demencial», y aseguró que Sendero aprovecha fechas importantes como las elecciones para hacerse visible. Reconoció que, si bien los remanentes de Sendero ya no son una amenaza para el Estado, aún tienen capacidad de causar muertes.
También el sábado se reportó otro ataque de Sendero en la región Ayacucho (sureste), que dejó a dos militares heridos. La última acción de la guerrilla con consecuencias fatales se había registrado en agosto del año pasado, con un soldado muerto en Junín.
Unos 23 millones de peruanos votaban el domingo para elegir un nuevo presidente, 130 congresistas y representantes al Parlamento Andino.
Ambos ataques fueron cometidos en territorios del peligroso VRAEM (acrónimo del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro), una franja de selva entre montañas que une las regiones de Junín, Ayacucho, Apurímac y Cusco, refugio de la guerrilla y el mayor valle cocalero del mundo.
Según las autoridades peruanas, remanentes de Sendero Luminoso se mantienen vigentes debido a una alianza con grupos de narcotraficantes a los que cobrarían cupos para protegerlos durante el traslado de cargamentos de coca. Los enfrentamientos son constantes.
Perú es uno de los principales productores mundiales de hojas de coca y de cocaína, según Naciones Unidas.
En 2015, el gobierno reforzó la lucha antidrogas y construyó 12 bases militares en la zona del VRAEM. Sendero Luminoso, de origen maoísta, está desarticulado desde mediados de la década de 1990 y sus principales líderes, presos.
«El Perú ya ha vivido estas etapas de violencia y nosotros estamos trabajando para pacificar el país (…) Lo que hacen con estos actos demenciales es unir más a los peruanos», agregó Humala.
Perú vivió un conflicto armado desatado por Sendero Luminoso entre 1980 y 2000 que dejó más de 69.000 muertos y desaparecidos, concluyó la Comisión de la Verdad y Reconciliación en 2003.
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