El asesinato de dos turistas argentinas en Ecuador sigue conmocionando a América Latina.
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El pasado 22 de febrero María José Coni y Marina Menegazzo fueron reportadas como desaparecidas por sus familiares y sus cuerpos, encontrados seis días después. Ambas fueron asesinadas, según la versión oficial, por resistirse a ser abusadas sexualmente por dos hombres que les dieron hospedaje.
La última mujer que vio con vida a turistas argentinas asegura que «notó algo raro»
En medio de las investigaciones sobre el caso, la última persona que vio con vida a las jóvenes (según las versiones oficiales) ofreció su testimonio. Se trata de Esperanza del Pezo, dueña de una tienda que se encuentra a menos de una cuadra donde se les arrebató la vida a las argentinas.
“Llegaron a la tienda a eso de las ocho y media de la noche. Estaban con el señor apodado ‘El Rojo’. Yo me pare aquí (en el mostrador) y la chica de pelo negro pasó directo a buscar qué comprar, eligió un jugo de naranja y algo más para comer. El señor apodado ‘El Rojo’ se quedó cerca de la nevera pero a mí me llamó la atención la chica de pelo rubio, porque ella se notaba preocupada, tensa, como muy seria”, confesó Esperanza al diario argentino “Clarín”.
Y prosiguió con su relato:
“Yo me quedé mirando a la chica rubia. Ella también me miraba, como que chocábamos miradas. Lo raro fue que yo no pregunté nada y este señor habrá notado mi cara de desconfianza y me dice: ‘Les robaron a las chicas y yo les voy a ayudar, les voy a llevar a mi casa’. Y yo pensé: ‘¿Qué casa? si este señor no es de aquí, aquí no tiene casa. Además, él estaba con tragos encima. Era raro, estaban juntos pero no parecían amigos. Me di cuenta que algo raro estaba pasando”.
La última mujer que vio con vida a turistas argentinas asegura que «notó algo raro»
Esperanza no se quedó con la duda y cuestionó a las chicas sobre el supuesto robo que habían sufrido y también declaró que de ellas, sabía que se dedicaban a vender fruta y hamburguesas en el pueblo.
La mujer continuó su relato diciendo que María José (la de cabello negro, como la conoce ella), sacó 10 dólares de su cangurera y se los mostró. “Esto es lo último que me queda”, habría dicho la joven. Pero la madre de la chica no cree este relato, pues asegura que su hija no usa cangurera, y la dueña del hostal donde ellas se hospedaron, negó que las chicas le hayan informado del robo en el lugar.
El relato de Esperanza termina como la versión oficial. Los tres tomaron un taxi cerca de las 20 horas, y se fueron a la casa donde se hospedarían. De acuerdo a lo informado, María José y Marina se quedaron solas en el lugar, los hombres volvieron alcoholizados aproximadamente a las dos de la madrugada, quisieron abusar de ellas y como encontraron resistencia, las asesinaron.