Es una de las joyas de Bélgica. Las mejores casas de chocolate se presentan en esta sala para lucir las últimas tendencias. Y los maestros chocolateros son las grandes estrellas, que sorprenden con creaciones como ésta, con polvo de zanahoria. Claud Sénèque, maestro chocolatero. «Comer mucho chocolate es muy rico y por salud». El público se conquista fácilmente. Paciencia, trabajo y amor es lo que hace falta para preparar estas delicias, nos cuenta este otro chef (Jeremy Beck). Se calcula que cada belga consume de media siete kilos y medio de chocolate al año. Los visitantes se dejan asombrar por la multitud de sabores. Mango, pomelo y vainilla son las grandes apuestas. Este joven asume entre risas que engordará tras comerse las seis cajas que ha comprado. Este otro ha probado entre 15 y 20 bombones en apenas media hora. La guinda es este desfile de trajes de chocolate: collares, armaduras y vestidos de corte clásico que deleitan los sentidos y derriten paladares cuando se prueban. Video: Reuters.