“Estoy un poco ocupada trabajando en mi proyecto, así que perdón por la demora en responder”, se excusa Mihaela Noroc desde Egipto. Esta artista, creadora de un inédito proyecto fotográfico, logró recolectar el año pasado, a través de una campaña de “crowfunding” en internet, casi 44 mil dólares (unos 31 millones de pesos) los que la tienen nuevamente recorriendo el mundo para su proyecto personal llamado: “The Atlas of Beauty” (El Atlas de la belleza)
En el año 2013, esta fotógrafa de 30 años, nacida en Bucarest, Rumania, decidió dejar su trabajo y viajar por el mundo. Al principio su proyecto era pequeño, personal, financiado por sus propios ahorros y con un solo fin: poder retratar la belleza y diversidad en nuestro planeta a través de retratos de mujeres. Pero con el tiempo, esta idea se se volvió gigante. Millones de personas veían sus fotos, las comentaban, le enviaban mensajes desde todas partes del mundo y pedían que fuera a retratar la belleza de sus países.
“Ahí entendí que tenía que trabajar con más empeño y capturar rostros más diversos. Supe que tenía algo potente, que podía enviar un mensaje que sería oído”, afirma a Publimetro la fotógrafa, quien ha capturado los rostros de mujeres de más de 45 países en un período de tres años. Chile ha sido uno de sus primeros destinos.
– ¿Qué es lo que te motiva a realizar este trabajo?
A través de mis fotos me gusta capturar la serenidad, la amabilidad, el calor que tiene cada mujer, oponiéndose a las imágenes negativas que a veces podemos ver en los medios, donde solo se retratan conflictos, guerras y miedo. La gente se enfrenta por el hecho de ser diferentes, porque tienen distintas religiones, razas o culturas. “Atlas of beauty” es todo lo contrario: busca mostrar que la diversidad es algo hermoso, no una razón de conflicto. La belleza nos puede enseñar a ser más tolerantes.
– ¿Cuál es el mensaje que crees que entregan tus retratos?
El mensaje que yo quiero entregar al mundo es que todas podemos ser nosotras mismas, ser auténticas y hermosas. Creo, además, que todos deberían sentirse orgullosos de sus propias culturas, de poder preservarlas y, al mismo tiempo, deberían estar abiertos a apreciar otras costumbres. Espero que este mensaje cambie las ideas falsas y preconcebidas que mantienen muchas personas alrededor del mundo.
– ¿Por qué elegiste retratar mujeres?
Porque creo que las mujeres hoy se merecen un mayor respeto ¡Quiero que el mundo lo entienda! Las mujeres de mis fotografías muestran orgullosas quiénes son, sus culturas, lo que las rodea, su país. Son seguras de ellas mismas. Son mujeres normales, pero que entienden lo especiales que son.
He visto en mis viajes mucha discriminación al sexo femenino y espero que a través de mis fotos logremos cambiar eso, aunque sea la percepción de una sola persona.
– ¿Cómo eliges los rostros que vas a retratar?
Prefiero los rostros naturales, sin mucho maquillaje. También con un paisaje que aporte a la fotografía. A veces tengo solo 30 segundos para hacer un retrato después de pillar un buen rostro en la calle, y otras paso una hora escuchando sus historias. Al momento de fotografiarlas procuro hacerlas sentir especiales, orgullosas y únicas. Me manejo con cinco idiomas diferentes, así que eso me ayuda harto, pero en algunos países hablamos solo a través de señas.
Muchas de las mujeres que retrato nunca han estado frente a una cámara profesional, lo que me gusta más porque lo hace más auténtico. Lo que yo busco es poder capturar sus ojos, lograr una relación espiritual a través de lo que ellas muestran en ellos: su historia, sus penas, sus alegrías. Los ojos nunca mienten.
– ¿Qué países has visitado?
He tomado fotos de mujeres de todos los continentes, menos la Antártica. Desde la belleza de mujeres en favelas de Brasil, pasando por ciertas áreas de Afganistán o Corea del Norte, y en lugares con «más clase» como áreas de Oxford o ciudades como Nueva York. También estuve en Chile, en el desierto de Atacama, en la colorida ciudad de Valparaíso y otros rincones.
Mi meta es seguir viajando y es por eso que inicié una campaña donde incluso la gente pudo sugerir y votar por los lugares que me faltaba por visitar. Ahí salieron elegidos países como Italia, Japón, Islandia, Argentina o Vietnam.
– ¿Y cómo fue tu paso por Chile?
Fue en mi primer viaje alrededor del mundo. Es un lugar precioso, muy mágico, donde saqué uno de los retratos que más le ha gustado a la gente (el de Luna en El Paico) y dónde me topé con bellas historias, mujeres y paisajes. Algunos sectores de Santiago me recordaban mucho a mi ciudad natal, Bucarest. Hablo un poco de español, así que la mayor parte del tiempo me sentí en casa.
– ¿Cuál fue tu impresión de los chilenos?
La gente es muy amistosa en Chile. En particular, encuentro que las mujeres chilenas son muy potentes y empoderadas en su día a día. También creo que son muy diversas en términos de rostros, formas y colores de piel.
– ¿Qué se viene en el futuro?
Mi meta es seguir sacando fotos alrededor del mundo durante el 2016. Hay más diversidad para capturar. Yo soy la misma persona normal, con la misma mochila y sueños que hace tres años. Una que ama explorar belleza que no ha sido descubierta, esa que vive en la gente común y corriente. En 2017 espero convertir “The Atlas of Beauty” en un libro de tapa dura con mis testimonios de viajes y seguir fuerte en mi idea de cultivar la belleza propia, que es algo que no se lleva, que no se copia. Al final, lo original siempre va a ser mejor que intentar ser como otro. Ser auténticos y tolerantes nos enseñara a estar felices de ser nosotros mismos.
Puedes ver el trabajo de Mihaela Norco en su página de Facebook o en su Instagram y, además, puedes colaborar con su proyecto independiente en su página de Indiegogo.
PB/MC
