Pablo Contreras Pérez
Es verano y seguramente su cuerpo lo sabe. Ya hay personas que están disfrutando de sus merecidas vacaciones, mientras que otros están contando los días… semanas… horas… minutos para partir y olvidarse del trabajo.
Sin embargo, y para la sorpresa de esos agobiados y cansados trabajadores, hay quienes están pensando postergar el inicio de ese descanso, por diferentes motivos. Pero ¿qué tan recomendable es tomar esa decisión? ¿Qué consecuencias puede tener?
“No se recomienda dejar pasar mucho tiempo sin tomarse vacaciones, ya que el trabajador necesita un momento de descanso, esparcimiento y nuevas actividades para recargar energías para continuar su año laboral”, sentencia Nicole Papazian, directora de Marketing y Comunicaciones Adecco.
La experta continúa diciendo que al correr las vacaciones para más adelante traería como consecuencia un agotamiento repentino.
Si usted es de lo que optó por esta alternativa, debido a que siente temor a perder el empleo en una economía chilena que parece no repuntar, no debiese ser así. “Independiente el contexto económico, el trabajador que presenta un buen desempeño laboral no peligra su trabajo por salir unos días de descanso. Perfectamente la persona puede tomarse sus días libres, pero sí debe preocuparse de dejar su trabajo ordenado y al día”, apunta Papazian.
Pero según la especialista, también hay otras razones por las cuales las personas querrían dejar para más adelante este periodo de descanso, tales como juntas días y/o dinero para realizar algún viaje a futuro, mientras que hay otros casos en que el trabajador prefiere esperar a que pase el peak estacional de la empresa, en caso de tener una carga de trabajo muy alta.
La opinión del empleador
Una cosa es lo que quiere el empleado, pero otra es lo que quieren sus jefes. “Si el trabajador quiere seguir trabajando y no tomarse vacaciones por una necesidad personal, y lo planeta de manera oportuna a la empresa, no debería ser mal visto por su empleador”, asegura Papazian, quien subraya eso sí que esto debe ser “una decisión acordada entre ambos” y que a su vez “no interfiera ni en la salud del trabajador ni el normal funcionamiento de la empresa”.
Por el contrario, la especialista explica hay ocasiones en que el empleador le puede pedir a la persona que postergue sus vacaciones, pero en casos como “de existir una carga de trabajo muy alta por un peak estacional de la empresa, o por ejemplo en caso de recibir alguna visita importante, algún proceso de certificación, auditoría, etc”.
DP/CA