La Selección Chilena quedó eliminada de la Copa América. Perdió por la cuenta mínima ante Brasil, el local y actual monarca del torneo. Quedará dando vueltas la derrota ante Paraguay en primera fase, que dejó a Chile cuarto del grupo, obligado a enfrentar al mejor de la otra llave.
PUBLICIDAD
Y pese a que la Selección Chilena terminó jugando con cinco atacantes (Vargas, Brereton, Valencia, Meneses y Palacios) no pudo inquietar en los pasajes finales a los brasileños. La noche de este viernes partió jugando con Alexis Sánchez, pero el ariete quedó fuera de combate rápidamente.
El gol de Lucas Paquetá prácticamente en la apertura del segundo tiempo transformó el partido. Cuando la Selección se estaba acomodando, ya sin Sánchez en cancha, dicha anotación se convirtió en un obstáculo imposible de remontar. Y eso fue así aun cuando Brasil se quedó con uno menos por la roja a Gabriel Jesús. Brutal patada a Eugenio Mena que no merecía otra cosa.
Luego de quedar con un hombre más, la Selección Chilena pudo jugar más cerca del área brasileña. Incluso Ben Brereton contó con un cabezazo que golpeó el travesaño. A eso se suma un gol anulado a Chile a la salida de un tiro libre dirigido al área brasileña.
La Selección Chilena parte
El primer tiempo mostró la relevancia de Alexis Sánchez en la Selección Chilena. El delantero del Inter de Milán estuvo acertado en los pases y en cómo la Roja armaba sus ataques. No tuvo, sin embargo, una oportunidad clara ante el arquero de Ederson Moraes.
La ocasión más relevante de los chilenos correspondió a Eduardo Vargas. Ocurrió en un contraataque: desbordó a Thiago Silva con dos amagues y enseguida disparó cruzado. Ederson Moraes la desvió al tiro de esquina. Vargas también tuvo un disparo de distancia, pero sin complicación.
Brasil continúa así su derrotero aplastando las esperanzas de la Selección Chilena. Lo hizo en los octavos de final de los mundiales de 1998, 2010 y 2014 (en los penales, si sirve de algo) Y de remontarse más en el tiempo, se podría colocar el 4 a 2 en las semifinales del Mundial de 1962. ¿He aquí la némesis de la Generación Dorada?