Este lunes por la mañana, una bomba despertó al balompié brasileño. Ariel Holan, quien había llegado al Santos a fines de febrero, avisó que no seguirá en el club.
Luego de tres derrotas consecutivas (2-0 como local ante el Barcelona de Ecuador por la Copa Libertadores, 1-0 como forastero contra el débil Novorizontino, y 2-0 en casa frente al Corinthians en el clásico) provocaron su renuncia, un día antes de visitar a Boca Juniors por el torneo continental. Más allá de los resultados deportivos, el ambiente se hizo insostenible.
“En Brasil es difícil hacer fútbol. La afición fue a su casa a quejarse”, explica a El Gráfico el presidente del “Peixe”, Andrés Rueda, refiriéndose a las amenazas por parte de los hinchas, con fuegos artificiales incluidos. No hay tranquilidad para trabajar en el país de los pentacampeones del mundo, ésa que sí tenía en Chile, cuando estaba en Universidad Católica.
Antes de emigrar, el entrenador argentino reconoció que en suelo nacional estaba muy cómodo. Sin embargo, la oferta del equipo de Pelé y el desafío que implicaba derivaron en que pagara la baja cláusula de salida de San Carlos de Apoquindo, lo mismo que hicieron sus dos antecesores por propuestas económicas y/o deportivas más atractivas.
Y tal como ocurrió con ellos, el transandino tuvo corta vida en su etapa post UC, en un fenómeno que algunos ya consideran una “maldición”. Holan apenas alcanzó a dirigir 12 partidos en el elenco paulista, con cuatro triunfos, tres empates y cinco caídas.
Su predecesor en la banca de la “Franja”, Gustavo Quinteros, vivió algo similar. Después de partir de Las Condes, y previo a su arribo a Colo Colo, el argentino-boliviano tuvo un breve paso por los Xolos de Tijuana, una experiencia para nada agradable.
En el conjunto mexicano sólo cosechó nueve puntos en 10 encuentros del Torneo Clausura 2020, que fue interrumpido por la pandemia. “Desacuerdos diarios en la incorporación de jugadores”, en palabras propias del otrora seleccionador ecuatoriano, desencadenaron su adiós.
No le fue mucho mejor a Beñat San José, quien dejó la precordillera por los petrodólares de Emiratos Árabes Unidos. Su destino fue el Al-Nasr, donde tuvo una campaña paupérrima.
El español comandó en 10 duelos al cuadro emiratí y no pudo ganar. Tras tres meses y 10 días, el hoy DT del Eupen de Bélgica se fue con un saldo de tres igualdades y siete reveses.