El anuncio de la Superliga de Europa y sus bombásticos efectos ha permitido especulaciones de todo tipo. Algunas con argumentos de peso y otras con escaso sustento.
En ese segundo caso se ubica el juego que realizó el medio mexicano «Mediotiempo», que se atrevió a «armar» una Superliga con equipos de América.
En dicha fantasía, que incluye a 20 clubes de distintos país, se consideran equipos de las dos confederaciones que existen en nuestro continente: la Concacaf y la Conmebol.
Y la razón para aquella reunión entre equipos de dos confederaciones distintas es la siguiente: «tomando en cuenta que la meta de un torneo así es el tema económico, el proyecto deberá jugarse desde Argentina hasta Estados Unidos, incluyendo a equipos de la MLS, a clubes grandes y otros que han ganado peso en los últimos años a nivel internacional».
En base a lo anterior, el citado diario deportivo mexicano parte nombrando a los clubes de su propio país que deberían ser incluidos en la Superliga de nuestro continente: América, Cruz Azul, Chivas, Monterrey y Tigres.
Posteriormente, nombra a tres equipos de Argentina: River Plate, Boca Juniors e Independiente. Del mismo modo, cita a cuatro elencos de Brasil: Flamengo, Sao Paulo, Palmeiras y Santos.
Al referirse a la MLS y su poderío económico, los clubes propuestos para esta Superliga son Los Angeles Galaxy y Atlanta United.
Tras aquellos nombramientos, vino el turno de los «otros invitados», bajo el siguiente argumento: «ya sea por su historia, por sus jugadores o por lo bien que lo han hecho a últimas fechas, los siguientes seis equipos completarían la lista de 20 equipos de la Superliga Americana».
Esos seis equipos son Peñarol y Nacional de Uruguay, Atlético Nacional de Colombia, Universidad de Chile, Independiente del Valle de Ecuador y Defensa y Justicia de Argentina.
Es decir, esta fantasía sólo considera a la U entre los equipos chilenos para lo que podría ser una Superliga de América. Más allá del juego, esta especulación deja abierta la puerta para un interesante debate.