Majaderamente, hace un rato que Zlatan Ibrahimovic, el delantero sueco del AC Milan, insiste en que es como Benjamin Button, el personaje de la película homónima protagonizada por Brad Pitt. “Nací viejo y moriré joven”, insiste el goleador escandinavo.
Para no ser menos, el fútbol nacional tiene su propio curioso caso. También con un delantero.
“En el entretiempo, en el calentamiento, se resintió de una molestia física y no pudo ingresar a causa de ello”, aseguró Gualberto Jara tras la derrota por 2-0 en Brasil ante Athletico Paranaense, partido por la Copa Libertadores en la que la hinchada de Colo Colo echó de menos en la cancha a Nicolás Blandi.
El delantero argentino, de gran currículo, fue el gran precio del mercado de fichajes de esta temporada.
Blandi arribó al estadio Monumental en plenitud de forma, con madurez “futbolística” y probadas condiciones goleadoras. Sin embargo, hoy está relegado al banco. A tal punto, que es el tercer centrodelantero del plantel.
En Curitiba, el DT albo preservó al titular, Esteban Paredes, quien no fue puesto en riesgo a jugar en una cancha sintética. Se daba por hecho que el reemplazante era Blandi. Pero no. Jara mandó de titular a Javier Parraguez. ¿Y “Nico”? A la banca. Hasta el entretiempo, cuando parece que se lesionó preparándose para entrar.
Antes del partido con Paranaense, el representante del atacante, Pablo Sabbag, le puso un salvavidas de plomo a la situación. “No puedo responder por qué no juega Nicolás. Pregunte al entrenador de Colo Colo por qué no lo hace, él tiene la respuesta para eso”, dijo el agente, quien había descartado cualquier molestia previa al duelo copero.
Blandi no juega. Parece que por decisión técnica. Aunque lo del Arena da Baixada no hace más que ahondar en el curioso momento por el que transita la principal contratación de Colo Colo en 2020.