El Barcelona salió vivo del estadio San Paolo, con un empate 1-1 ante el Napoli por la ida de los octavos de final de la Champions League que mantiene la llave abierta, pero que no tendrá a Arturo Vidal para la vuelta, ya que fue expulsado. Los «Culés» empezaron perdiendo, pero elevaron su nivel en el complemento para quedar con la primera opción de avanzar a cuartos.
La mitad inicial de los catalanes fue apenas discreta. Quique Setién ubicó al «Rey» en una nueva posición, por la banda derecha, contrario al sábado, cuando jugó por la izquierda y fue buena figura en el 5-0 sobre el Eibar en el Camp Nou.
El volante nacional se vio «perdido» en el primer tiempo, aunque «disciplinado» con la orden de su DT, como lo calificó Sport, al igual que sus compañeros. Así, no fue extraño que se fueran al descanso en desventaja, luego del gol de Dries Mertens (30′).
En el complemento, la historia fue distinta. El «King» inició una jugada con el sello del «Barça», cedió para Sergio Busquets, éste metió un pase de su estilo a Nelson Semedo y el lateral habilitó a Antoine Griezmann (57′) para el 1-1.
Al ratito, el mediocampista criollo se juntó con su nuevo gran socio, Lionel Messi, y el argentino estuvo a centímetros de anotar después de un pase del chileno. La dupla empezaba a hacer de las suyas, tal como en la jornada sabatina.
Pero todo se empañó sobre el cierre, cuando el nacido en San Joaquín le cometió un foul a Mário Rui y a continuación lo encaró por supuestamente simular. Amarilla por la falta y otra por la reacción, tarjeta roja a los 89′ y suspensión para la revancha, a disputarse el 18 de marzo.
