El técnico Hernán Caputto asumió la banca de Universidad de Chile en uno de los momentos futbolísticos y administrativos más complejos de su historia. Luego de que se sentenciara la salida del entrenador Alfredo Arias, el entonces jefe de las divisiones menores del club fue requerido por la dirección deportiva de Azul Azul para asumir, considerando su buena experiencia dirigiendo a la selección chilena sub 17.
A pesar de que el ex arquero universitario comenzó con el pie derecho tras una sufrida victoria 1 a 0 a Deportes Antofagasta (rival directo para no descender), su alza futbolística poco a poco se empezó a desvanecer y lo llevó a acumular un opaco rendimiento de 38.8%, desglosado en sólo siete puntos de seis partidos dirigiendo a la U en el Campeonato Nacional 2019.
Las razones de su involución son variadas, se reflejaron claramente ante Palestino el pasado fin de semana y van desde una responsabilidad directa del entrenador hasta la de sus jugadores. Aparte de eso, existen factores externos que finalmente se denotan en la cancha, y que tienen a la U en el infierno del torneo nacional.
- Lesiones e improvisación de último minuto: Aunque la opción de encontrar bajas puede presenciarse en cualquier equipo, Caputto tuvo que lamentar la salida de tres de sus titulares para el pasado encuentro frente a Palestino. Ángelo Henríquez, Lucas Aveldaño, Matías Rodríguez tuvieron problemas a pocos días del duelo con los árabes y se sumaron a Jimmy Martínez, como los lesionados que tenía la U. Todo esto llevó a una improvisación evidente en cancha, con cambios de esquema constantes durante el duelo, usando tres, cuatro y cinco defensas durante el segundo tiempo. Eso, además de los variados cambios de posición que tuvieron jugadores como Pablo Parra, Leonardo Fernández, entre otros.
- Gonzalo Espinoza a la baja: El capitán de los azules para el último encuentro frente a Palestino había mostrado lo mejor de su talento en varios duelos anteriores de la U y se había transformado en la transición perfecta para el equipo de Caputto. Pese a eso, y tal como se evidenció ante los árabes, el Bulldog ha estado poco fino y no ha podido desequilibrar la cancha a favor de los laicos. «Nos favorecieron los errores de la U y nos regalaron el mediocampo», fue el análisis que, por ejemplo, entregó el técnico rival Ivo Basay tras el partido.
- Problemas de cabeza: A pesar de que Azul Azul cuenta con un psicólogo y coach deportivo desde hace varios meses, la idea de que la presión por la posibilidad de descenso está latente en el camarín de la U. Ante eso, y debido a que sólo han conseguido tres victorias en el Campeonato Nacional, los jugadores laicos han perdido la sensación de que pueden ganar. Algo que se siente y que termina afectando completamente en la tabla de posiciones, tal como ocurrió en 1988, según relató Luis Musrri a El Gráfico Chile: «Siempre pensamos: ‘Somos la U, vamos a salir, somos un equipo grande que no va tener problemas’, pero al final caíste en el pozo, fuiste cayendo y no pudiste salir nunca. Hay que estar claro en qué estás metido y la U te exige otras cosas, como salir a ganar siempre».
- Defensa al debe: Ante las lesiones de Rodríguez y Aveldaño, Rodrigo Echeverría tuvo que asumir nuevamente como un improvisado lateral derecho y eso se notó. El canterano azul se vio complicado muchas veces ante los contragolpes de Palestino, al igual que la inédita dupla de centrales compuesta por Osvaldo González y Diego Carrasco. Mientras que el primero volvía después de varias semanas lesionado, el segundo tampoco había tenido muchas opciones como estelar y eso se notó. Jean Beausejour, en tanto, hace varias fechas que entrega buen despliegue en el primer tiempo, pero luego desaparece en la segunda etapa.
- Errores en los cambios: Dentro de las responsabilidades que le atañen netamente al técnico Caputto, una de las más claras es la de los cambios dispuestos en el último duelo ante los árabes. Muestra más clara de eso fue la salida de la cancha de Leonardo Fernández a los 60′, uno de los puntos altos que tenía la U hasta ese minuto. En reemplazo del uruguayo, Nicolás Oroz no pudo demostrar mucho más que su compañero. Misma situación que evidenció un desaparecido Nicolás Guerra o el imperceptible ingreso de Matías Campos López.
- Presión externa: Aunque dentro del Centro Deportivo Azul no se reconozca públicamente, en la interna del equipo todos sienten la presión que ejercen los hinchas, además de la mediática situación que vive la U. El sábado tras el partido, los fanáticos azules se fueron en «estado de shock» del Estadio Nacional y esa percepción ha sido sentida en el camarín. Además de eso, la filtración de episodios como el corte presupuestario de regalías que tenían los jugadores, tales como el shampoo, también han generado muchos resquemores en La Cisterna, que los desconcentra a ratos del trabajo semanal.
