Un regreso picante a San Carlos de Apoquindo tuvo el delantero argentino Marco Sebastián Pol, en el empate sin goles entre Universidad Católica y O’Higgins, en el marco de la fecha 21 del Campeonato Nacional 2019.
El atacante que llegó a mitad de año a O’Higgins procedente de Deportes Valdivia, regresaba al estadio de la precordillera después de la aquella jornada del 29 de octubre de 2016, cuando terminó detenido tras agredir a un hincha. El propio Pol entendía que iba a vivir un partido especial, incluso, en la antesala de la visita de los celestes a la UC habló de la posibilidad de una revancha.
La hostilidad de los hinchas cruzados al trasandino no se hizo esperar. Los insultos desde la tribuna fueron permanentes. Cada vez que el argentino entraba en juego, las pifias y los gritos en su contra se escuchaban nítidamente.
Entre los hinchas cruzados hay dos situaciones que despiertan la ira en contra de Pol: la agresión al hincha en 2016 cuando jugaba jugaba por Audax Italiano, y la fractura que le provocó a Marco Biskupovic en 2014, cuando defendía los colores de Santiago Wanderers.
En lo futbolístico, Pol intentó marcar diferencias con su velocidad en ataque, sin embargo fue bien neutralizado por los centrales cruzados Germán Lanaro y Valber Huerta. Su búsqueda de espacios también lo llevó a moverse por las orillas.
Justamente por ese último aspecto, se produjo un áspero duelo con el lateral izquierdo de la UC Alfonso Parot. El Poncho marcó con su vehemencia habitual, lo que provocó molestia en Pol. Tras una disputa de balón en el primer tiempo, el argentino terminó encarando al ex Rosario Central lo que obligó al juez José Cabero a intervenir.
Ya agotado en el segundo tiempo, Marco Antonio Figueroa decidió sacarlo del campo de juego para permitir el ingreso del uruguayo Renzo López. Dejó la cancha a los 69 minutos, recibió un abrazo de su DT y selló su picante jornada con un polémico gesto a la tribuna.
Pol y Figueroa le dedicaron un signo «2» con los dedos a los hinchas presentes en la tribuna Sergio Livingstone, aludiendo al mote de equipo segundón que por varios años cargó la UC. La furia de los fanáticos se tradujo en fuertes insultos, los que dejan en claro la tensa relación de Sebastián Pol con el mundo cruzado.