El 18 de marzo del 2001 empezó el conteo que terminaría en récord. En el Santa Laura, Esteban Paredes debutaba por Santiago Morning y al frente estaba una camiseta azul que luego se le cruzaría varias veces en su carrera.
El pase gol se lo dio Nibaldo Rubio, una asistencia de zurda a tres dedos que el Tanque definió cruzado con su pierna hábil, batiendo a Johnny Herrera, aunque el triunfo sería para la U por 4-3. El habilitador de ese primer tanto del máximo goleador en la historia del fútbol chileno, hoy entrenador del Real San Joaquín de la Tercera A, recuerda ese día, fresco en su memoria.
¿Te acordabas de que le habías dado el primer pase gol a Paredes?
Sí me acordaba. Los pases gol que uno dio fueron pocos, así que uno se acuerda. Él le pegaba tan lindo a la pelota, entonces, uno lo buscaba. Los malos les entregábamos la pelota a los buenos jajajá.
¿Qué más recuerdas de ese partido de Paredes?
Me acuerdo de que, como era su debut, uno trató de que se sintiera bien. Y tuvo la suerte de que entró e hizo un gol.
¿Ya se veía que iba a ser un crack?
Siempre nos quedábamos practicando tiros libres con Esteban y él le pegaba fuertísimo, muy bien. Tenía una zurda a los 20 años, imagínate, y la perfeccionaba. Era seco para entrenar, por eso está durando hasta esta edad, aunque pudo haber explotado mucho antes.
Vas a quedar en la historia…
Lo increíble es que él mismo lo ha dicho, eso es más bonito para uno, porque uno no va a andar diciendo en la calle que le dio el pase a Paredes para su primer gol.
Otro “habilitador histórico”, el Negro Enrique, dijo respecto al segundo gol de Maradona a Inglaterra en el Mundial de México 1986, a modo de broma: “Con el pase que le di, si no marcaba era para matarlo”. ¿Algún mensaje para Paredes?
Si no es por mí, Paredes no llega a ningún lado jajajá.