Terminado el partido entre Universidad de Concepción y Curicó Unido los jugadores penquistas fueron en masa a criticar al árbitro del encuentro Francisco Gilabert. Si bien los futbolistas estaban molestos por el cometido del juez, lo que más alegaban fueron los insultos racistas recibidos por uno de sus compañeros.
«En el último córner el árbitro me miró a la cara y me dijo negro feo, es un atrevido de mierda«, fue el descargo de Alexis Rolín en las cámaras del CDF cuando le preguntaron por qué estaba tan molesto, para que luego el defensa uruguayo se fuera molesto a camarines.
Francisco Bozán, por su parte, manifestó que «le creo al jugador y si el encargado de impartir justicia hizo lo que hizo me parece detestable. Debería haber una investigación. Me da pena, es triste que alguien encargado de impartir justicia haga algo así«.
Además, el técnico señaló que «el equipo lo está apoyando. La verdad es que está destrozado, porque no se entiende que venga a un país donde decimos tener un fútbol profesional, que somos Bicampeones de América y sea humillado de esa forma«.
En la misma línea siguió Fernando Cordero quien explicó que «fuimos a encarar al arbitro porque es un racismo brutal, confiamos en las palabras de nuestro compañero, pero no podemos hacer mucho porque después nos saca la roja y tenemos que estar todos para salir del mal momento».
Ahora se tendrá que esperar si el club hace sus descargos en la ANFP o los Tribunales inician una investigación por oficio.
